Los congresistas acercan posturas para elevar el techo de deuda en Estados Unidos
Las conversaciones para lograr un acuerdo sobre el techo de deuda en EE UU dieron ayer un primer paso aunque no definitivo. La Cámara de Representantes aprobó por estrecho margen una propuesta republicana para aumentar el límite de la deuda en 2,4 billones de dólares a cambio de mayores recortes fiscales. Aunque la medida será probablemente tumbada en el Senado, merced al rechazo de los demócratas, sí sirvió ayer para sostener un debate constructivo entre ambas formaciones políticas. Así, el llamado Grupo de los Seis, formado por congresistas de ambos bandos, propuso una reducción de 3,7 billones de dólares en el déficit fiscal que incluye recortes en el gasto público e ingresos adicionales a través de impuestos. Este principio de acuerdo sobre el déficit puede servir de apoyo para negociar en los próximos días un nuevo techo de deuda.
De hecho, el presidente Barack Obama elogió la propuesta, respaldada por tres senadores demócratas y tres republicanos, como un "paso significativo" para lograr un acuerdo que permita a EE UU elevar el límite de endeudamiento de 14,29 billones de dólares antes del 2 de agosto, cuando, según el Tesoro, se quedará sin fondos.
El presidente señaló que el plan concuerda con su enfoque "bipartidista", y reiteró su disposición a "firmar un complejo paquete que englobe tanto recortes serios en los programas sociales como un componente adicional de ingresos". El origen de la confrontación que amenaza con recortar el rating crediticio de EE UU se halla en la oposición de los republicanos, que controlan la Cámara baja, a cualquier plan de reducción de déficit que implique subidas de impuestos, algo que Obama y los demócratas consideran irrenunciable. Los republicanos han condicionado todo acuerdo de elevación del tope de endeudamiento a agresivos recortes fiscales, pero descartan una reforma fiscal, ya que argumentan que esta dañaría la aún débil recuperación económica de EE UU.
Por su parte, un grupo de prestigiosos economistas, entre los que figuran varios Nobel de Economía como Kenneth Arrow, Peter Diamond o Erik Maskin, han advertido de los peligros de una enmienda constitucional que obligue a aprobar presupuestos equilibrados, otra de las propuestas republicanas.