Madrid desbanca al País Vasco como destino más competitivo

Los expertos destacan sus infraestructuras y la escasa estacionalidad

La mayor atracción de turistas influye pero no determina la competitividad del destino. La comunidad que más visitantes concentró en 2010 fue Cataluña, con 13,2 millones, lo que supuso uno de cada cuatro en España. Sin embargo, en el informe Monitur 2010, elaborado y presentado ayer por Exceltur y Deloitte, aparece en tercera posición, superada por Madrid y el País Vasco. De hecho, Madrid ha superado a Euskadi al frente de esta clasificación.

¿Cuál es el motivo para esa diferencia? José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, explicó ayer en Santander, donde se presentó la segunda edición de este informe, que la lista está elaborada a través de siete indicadores, que reflejan la posición competitiva en materias como el marketing, las infraestructuras, la ordenación del territorio, la diversificación de productos turísticos, los recursos humanos, y el turismo como prioridad política.

Si nos centramos en ese análisis, Cataluña solo aparece en primera posición en lo que se refiere a la diversificación y clasificación de productos turísticos, gracias a las posibilidades que ofrecen sus enclaves, ya que dispone de turismo de montaña (Pirineos), de sol y playa (Costa Dorada y Costa Brava), urbano (Barcelona) y de cruceros. En el resto aparece muy rezagada, especialmente en lo que se refiere a la ordenación del territorio (por la elevada densidad de población en los núcleos turísticos) y la atracción de talento y formación de recursos humanos (escasa estabilidad en el empleo), donde figura en el décimo puesto.

La primera en la clasificación global es Madrid, que aparece como la mejor situada en conectividad (en especial por las conexiones aéreas y ferroviarias de alta velocidad) y en los resultados económicos. Este último punto es el que le ha permitido superar al País Vasco por su capacidad para contar con turistas durante los 12 meses del año, lo que redunda en mayores ingresos y un empleo más estable. Entre las debilidades, el estudio destaca el escaso esfuerzo presupuestario y la necesidad de impulsar otro tipo de visitas, como las rurales, las termales o las enológicas.

En segundo lugar figura el País Vasco, del que el informe resalta el apoyo a los recursos humanos, en el que lidera la clasificación (dotación de capital humano y apoyo a la formación continua). Las recomendaciones a medio plazo se refieren fundamentalmente al escaso desarrollo de actividades fuera de la playa y la ciudad (como pueden ser el turismo de cruceros, el rural o el de compras, entre otros) y la necesidad de mejorar la depuración de las aguas y la seguridad, influida aún por ETA.

Tras esas dos regiones figura un segundo grupo en el que están encuadradas las cinco comunidades de sol y playa más visitadas de España. Entre todas concentran el 65% de las visitas. Todas han mantenido su posición respecto al año pasado, excepto Canarias, que gana un puesto (pasa a la quinta posición) en detrimento de Baleares.

El retroceso experimentado por esta última comunidad se debe al escaso desarrollo de la publicidad y el marketing (en especial en su aplicación a internet y a las redes sociales) y a la falta de recursos para la prestación de servicios básicos. Entre ellos destaca la falta de médicos y de ambulatorios para tratar a los más de nueve millones de turistas que recibe al año.

Asturias escala tres puestos por el turismo rural

El mayor cambio en la clasificación se ha producido en las comunidades que no disponen del tradicional sol y playa. Asturias, que en el primer Monitur era la decimosexta, ha pasado a ocupar la decimotercera. El informe destaca su apuesta por el turismo rural aunque sigue sufriendo gran estacionalidad en julio y agosto. Hay tres regiones (Murcia, Cantabria y Aragón) que han perdido una posición, aunque por razones diferentes. De Murcia se critica la congestión de los destinos y la falta las infraestructuras. De Cantabria se hecha de menos más turismo de negocios y enológico. El retroceso de Aragón se produce por apoyarse poco en la red.