Los deportes acuáticos, y los idiomas, son para el verano
Los campamentos para los más pequeños combinan modas, fines sociales y enriquecimiento intelectual
Cuando llegan las vacaciones, el gran problema de muchos padres es que no saben qué hacer con sus hijos. Las dificultades de compaginar la vida laboral con la familiar plantea numerosos quebraderos de cabeza y el fin del curso escolar lleva a muchos dejar a los niños al cuidado de los abuelos. Pero también ellos merecen un descanso y la actividad frenética de los nietos en ocasiones es difícil de sobrellevar. Ante este escenario, la inscripción de los más pequeños de la casa en campamentos puede ser una buena alternativa que les permitirá disfrutar de la naturaleza mientras se relacionan con niños de su edad.
Hasta hace poco, las granjas escuela eran la opción más socorrida, sin embargo, en los últimos tiempos las actividades que implican el aprendizaje de idiomas han ido ganando peso, al igual que las nuevas modalidades deportivas, como el surf o la vela.
De sobra es conocida la reticencia de muchos jóvenes a aprender otro lenguaje. La mayoría alega que es muy complicado, pero si se realiza de manera amena, el resultado puede ser muy distinto. Esto es lo que propone Lenguavaentura, una empresa que organiza campamentos en parajes tan idílicos como Tarifa. El intercambio cultural, los deportes al aire libre y el disfrute de la playa son la base de su programa dirigido a jóvenes de entre 14 y 17 años, cuya duración oscila entre las dos y las tres semanas.
Surf, vela y 'karting' ganan terreno frente al fútbol
Los dedicados a la música pueden ser una elección muy interesante. Al Son del Molino, disponible en la web www.todocampamentos.com, es un ejemplo. Su organizador, Servimúsica, pone en funcionamiento, por quinto año consecutivo, un campamento dirigido a niños de entre 8 y 14 años en el que además de las prácticas musicales por medio del método Willems, basado en experiencias sensoriales, se fomenta el conocimiento y respeto del medio ambiente a la vez que se enseñan oficios tradicionales de la región de Burgos. El equilibrio entre lo físico y lo intelectual es el pilar que rige este proyecto.
El fútbol es, sin lugar a dudas, el deporte más extendido en España y para satisfacer las demandas se han creado programas de verano específicos para ello. Sin embargo, algunas modas americanas, como el surf, han calado con fuerza en las nuevas generaciones. Por ello, existe una gran variedad de opciones que permiten a los interesados iniciarse en esta corriente. El campamento que se celebra en Santoña para niños de entre 10 y 17 años es uno de los más representativos. En este paraje se combina el surf con el yoga, el skate, la capoeira y el inglés. Una de las novedades de este año es la incorporación de chicos procedentes de Bélgica y Francia, que contribuyen al enriquecimiento cultural.
El mundo del motor también cuenta con su propio espacio dentro de la amplia gama de eventos con los que entretener a los hijos mientras sus padres trabajan. En el circuito de Navarra vivirán la emoción del karting.
Integración personal en el Puerto
La atención especial también tiene un hueco en la educación estival. A los campamentos dedicados a diabéticos se suman ahora los creados para que los que tengan asma puedan participar e integrarse con otros chicos gracias al aprendizaje de técnicas y hábitos que mejorarán su calidad de vida. La iniciativa surgió hace 16 años en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y se ha extendido a otras localidades andaluzas. La última en incorporarse ha sido el Puerto de Santa María en la comunidad gaditana.La actividad descansa sobre la tesis de que las personas con algún tipo de discapacidad también pueden disfrutar del entorno natural. Ese es el lema del Campamento Urbano de Torrelodones, diseñado para chicos con discapacidad intelectual. El objetivo de la actividad es fomentar la relación interpersonal.
Despertar las inquietudes científicas de los jóvenes
La ciencia y la tecnología no están reñidas con la diversión. Esta es la idea que defienden los organizadores del campamento Astro Camp que pretenden, por medio de talleres y actividades interactivas, acercar al pequeño al universo de la astronomía. El programa de este centro corre a cargo de animadores bilingües que permiten a los asistentes perfeccionar el idioma anglosajón conforme viven una experiencia multidisciplinar y enriquecedora.Asimismo, y siguiendo una de las corrientes estadounidenses, en Vizcaya se realizan durante cinco semanas encuentros en los que se fomenta la formación tecnológica por medio de la robótica y la programación aplicada a videojuegos. La dirección quiere despertar el interés de los más pequeños por estas actividades y quizá en el futuro alguno acabe desarrollando su carrera profesional en este campo, contribuyendo así al cambio de modelo económico.