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El BCE y España creen que aumentaría la inestabilidad en los mercados

Los países de la eurozona ya no excluyen la quiebra parcial de Grecia

Los países de la eurozona ya no excluyen el impago parcial de la deuda de Grecia como parte del segundo rescate que preparan para Atenas, según ha asegurado este martes el ministro de Finanzas holandés, Jan Kees de Jager.

El Eurogrupo desoye así los avisos del Banco Central Europeo (BCE), que se opone a cualquier quiebra parcial de Grecia y avisa de que desencadenará un efecto contagio al resto de países de la eurozona similar al provocado por la caída del banco estadounidense Lehman Brothers en 2008. También la vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, alertó este lunes de que esta opción aumentará la inestabilidad en los mercados.

"El BCE ha dicho que reafirma su posición, pero los 17 ministros ya no excluyen esto (en referencia a un impago parcial), así que tenemos más opciones con las que trabajar", ha dicho De Jager en declaraciones a la prensa a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la UE.

El Eurogrupo había excluido hasta ahora la posibilidad de un impago de la deuda griega. De hecho, en su anterior reunión del 2 de julio, los ministros de Economía de la eurozona se comprometieron a lograr una contribución de la banca al segundo rescate que permitiera "una reducción sustancial de las necesidades de financiación anuales de Grecia, evitando un impago parcial".

El ministro holandés ha admitido que "decir que por un lado queremos una participación sustancial del sector privado y por otro evitar en todo momento un impago parcial era contradictorio".

"Hemos logrado romper este nudo, un nudo muy difícil", se ha felicitado De Jager, que ha destacado que ahora el grupo de trabajo encargado de preparar el segundo rescate griego "tiene un mandato más amplio" en el que "ya no se excluye" el impago parcial.

No obstante, en la declaración aprobada por el Eurogrupo la madrugada del lunes se recoge que el BCE "confirmó su posición, reafirmada por su consejo de gobierno el pasado jueves, que debe evitarse un impago parcial o un evento de crédito" que desencadene los seguros frente al impago de la deuda (credit default swaps).

El BCE ha amenazado con que si hay un impago parcial no aceptará la deuda griega como colateral para inyectar liquidez a los bancos helenos, lo que se traduciría en su quiebra inmediata.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaüble, ha insistido en que "es segura la participación del sector privado" en el segundo rescate de Grecia, pero ha eludido precisar las opciones que siguen sobre la mesa. "La clave es que la sostenibilidad de la deuda de Grecia se mejore", ha añadido, dando a entender que habrá algún tipo de reestructuración o impago. De hecho, el objetivo de la UE es reducir el volumen de deuda griega del 160% del PIB previsto para este año a alrededor del 120%, según fuentes comunitarias.

En el mismo sentido se ha expresado el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, al ser preguntado por una posible quiebra parcial de Grecia. Rehn ha eludido pronunciarse de forma directa, pero ha destacado que los países de la UE están dispuestos a "dar pasos para reducir el coste del servicio de la deuda y mejorar la sostenibilidad de la deuda griega".

También ha insistido en que el Eurogrupo da la bienvenida a las propuestas del sector privado para participar voluntariamente en el segundo rescate, y que consisten fundamentalmente en un plan de recompra de bonos a cargo de Grecia con ayudas del fondo de rescate a su actual valor de mercado, aplicando de hecho una quita y reduciendo la carga de la deuda.

Tanto Rehn como el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, han admitido que la recompra de bonos es una de las opciones que sopesan los ministros para fomentar la participación de la banca. Para ello, el Eurogrupo se ha comprometido a flexibilizar el fondo de rescate, aunque esta posibilidad ya se discutió a principios de año y finalmente se abandonó por la oposición de Alemania y Países Bajos.

La solución que maneja la UE incluye además alargar los plazos y reducir los intereses de los préstamos a Grecia. Finalmente, ha perdido puntos el plan de la banca francesa de reinvertir el 70% de los ingresos de los bonos griegos que venzan en los próximos dos años en otros nuevos a 30 años por lo caro que resulta, aunque no se ha descartado totalmente. Y vuelve a estudiarse la propuesta alemana de canje de bonos con plazos de vencimiento más amplios.

FASE MUY GRAVE DE LA CRISIS.

En todo caso, el enfrentamiento entre el BCE por un lado y Alemania y Países Bajos por otro ha impedido avanzar en el segundo rescate de Grecia y concretar las modalidades de participación del sector privado durante la reunión de ministros europeos de Economía celebrada este lunes y martes.

El acuerdo se retrasará probablemente hasta septiembre pese a la inestabilidad de los mercados. Antes, los lideres europeos sopesan celebrar una cumbre extraordinaria de la eurozona el 15 de julio, una iniciativa que también choca con la resistencia de Berlín y La Haya.

"Somos plenamente conscientes de que estamos en una fase muy grave de la crisis de deuda que exige una respuesta global y sistémica", ha admitido el comisario de Asuntos Económicos. En este sentido, ha considerado "muy importante" que Italia aplique su paquete de consolidación fiscal por valor de alrededor de 40.000 millones para acelerar la reducción de la deuda y lograr el equilibrio presupuestario en 2014.

No obstante, Rehn ha considerado que la UE ya ha esbozado un plan para "contener el riesgo de contagio" que concretará "muy pronto".

"Soy consciente de que se nos critica por ir rezagados", ha admitido Rehn. Pero ha recordado que la eurozona "es una comunidad de 17 Estados miembros" y que las decisiones se toman por unanimidad. "Hemos hecho progresos significativos y estoy seguro de que en breve podremos presentar propuestas concretas", ha dicho.

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