El Eurogrupo se reúne para buscar un acuerdo sobre el segundo rescate griego
Los ministroS de economía de la Eurozona han iniciado la reunión en la que se buscará la forma de cerrar la participación del sector privado en el segundo rescate griego. Todo ello tras finalizar la minicumbre convocada por Van Rompuy y de la cual todavía no se conocen las conclusiones.
Evitar el temido lunes negro ha sido imposible, ahora queda por ver si se consigue que no haya también un martes o un miércoles negro. En eso están los ministros de Finanzas europeos. Tras la minicumbre de esta mañana el Ecofin se reúne para ver si se consigue articular un pacto para cerrar la forma en la que el sector privado participará en la factura helena.
La minicumbre europea, convocada ayer mismo por Van Rompuy, ha empezado a las 12 .00 horas con la excusa de ser un intento de "coordinación y de preparación". En la misma han participado además del presidente del Consejo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el responsable del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, el máximo responsable del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
El Consejo Europeo ha negado que se tratase de una reunión de crisis. El portavoz de Van Rompuy, Dirk De Backer, y otra fuente comunitaria que "no es un encuentro de emergencia" ni tampoco tiene "nada que ver" con la situación de Italia, expuesta en la última semana a grandes presiones de los mercados.
Alemania debe de matizar su postura
Todo parace indicar que el acuierdo todavía está lejos. Alemania y Holanda exigen una participación significativa de los acreedores privados de Atenas, mientras que el Banco Central Europeo teme que esta fórmula utilizada provoque una suspensión de pagos insoportable para la banca griega. Habrá que ver si esta tarde se consigue que estas diferencias se cierren con un acuerdo.
De momento, las negociaciones de la zona euro con los principales bancos europeos no han logrado hasta ahora encontrar un formato de participación que satisfaga a Berlín y tranquilice a Fráncfort. La agencia de calificación S&P ha advertido que las propuestas barajadas (renovación del 70% de la exposición a 30 años o del 90% a cinco años) equivalen a una suspensión de pagos selectiva. En cambio, parece probable que esas mismas propuestas no desencadenarían el cobro de los CDS (Credit Default Swap) o seguros de impago. Las discusiones han acabado por desestabilizar los mercados y por repercutir en Italia, cuya situación también se abordará en la reunión de hoy.
Roma está en el punto de mira de las agencias de calificación. Standard & Poor's y Moody's ya han advertido al Gobierno de Silvio Berlusconi de una posible rebaja en su nota crediticia ante la debilidad del crecimiento de la economía y el alto nivel de endeudamiento público (120% del PIB). La presencia en la minicumbre de un representante del Tesoro italiano disparó los rumores sobre la adopción de medidas de urgencia respecto a Italia, aunque ese representante acudirá en calidad de presidente del órgano que prepara las reuniones del Ecofin.