Australia gravará la emisión de carbono de los más contaminantes
Australia desveló el domingo su mayor reforma económica en décadas con un plan para gravar las emisiones de carbono de los más contaminantes del país, relanzando las esperanzas de una acción climática mundial más enérgica, con el mayor programa de comercio de derechos de emisión fuera de Europa.
La primera ministra, Julia Gillard, dijo que 500 compañías, incluyendo fabricantes de acero y aluminio, pagarían una tasa de 23 dólares australianos (unos 17,3 euros) por tonelada de carbono a partir del próximo año, que se elevará un 2,5 por ciento cada año, pasando a un programa de derechos de emisión en 2015.
"Es el momento de proseguir con esto, vamos a conseguir hacerlo", dijo Gillard tras una difícil batalla para lograr apoyo político al proyecto, que ha polarizado a votantes y empresas. Antes de que acabe el año está prevista una votación parlamentaria sobre el programa.
Australia es el peor emisor de gases con efecto invernadero per capita del mundo desarrollado por su fuerte dependencia del carbón para la generación de electricidad. Está previsto que las emisiones crezcan en la economía en auge sin un coste de carbono, dice el Gobierno.
El partido Laborista de Gillard, que depende del apoyo de Verdes e independientes para una mayoría de un escaño en la cámara baja, se juega mucho con el proyecto. Su popularidad se ha hundido a mínimos récord por el programa.
Tras desvelarse los detalles después de meses de espera, Gillard intentará ahora convencer a los votantes opuestos al plan antes de una votación parlamentaria, tratando de evitar una campaña en contra de las empresas más afectadas.
"Es absolutamente crítico que el Gobierno lo venda con eficacia", dijo Tony Wood, director del programa de energía en el Instituto Grattan, un 'think tank' político.
Las acciones del sector textil y de energías limpias australianas estarán previsiblemente entre las ganadoras, y las aerolíneas y las mineras entre las perdedoras del plan, pero analistas dijeron que los mercados financieros en general se tomarán la política con calma.