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Pierde el número 1 a manos de su rival, Novak Djokovic

Nadal, a un paso de su tercer Wimbledon

Nadal, durante un partido en Wimbledon
Nadal, durante un partido en WimbledonReuters

Wimbledon es otra cosa. Puede parecer uno más de los Grand Slam, pero cualquier tenista asegurará que vencer en el torneo sobre hierba -es el más antiguo del circuito y que el domingo cierra su 125 edición- no es igual que anotarse el Open de Australia. Y Rafa Nadal, el vigente campeón, vuelve a presentar sus credenciales para el título tras presentarse en la final por quinta vez en sus cinco últimas participaciones en Wimbledon. En su semifinal arrollóAndy Murray (5-7, 6-2, 6-2 y 6-4), el fino y espectacular número cuatro del mundo que, sin embargo, ha de reconocer que Rafa sigue siendo mejor que él. Más sobrio, quizás de juego más aburrido. Pero mejor.

El jugador local comenzó muy motivado, animado por su público, y con la idea clara de plantarse en la final de un 'grande' en la que no ven a un británico desde 1936 con Fred Perry. De esta forma, logró mantener desconectado al manacorí que no lograba encontrar su juego pero, siempre con la paciencia como bandera, fue mejorando poco a poco. El punto de inflexión llegó en el quinto juego del segundo set. Una doble falta de Murray, quizá su único error hasta el momento, le hizo perder su saque en favor de Nadal, que después con el suyo se pondría 4-2. A partir de ahí, el partido cambió de aires y solo hubo un tenista en la pista. Por si fuera poco, Murray volvería a perder su saque posteriormente. JArro de agua fría para la sufrida afición inglesa.

El tenista mallorquín buscará así este domingo (15.00 hora peninsular española, Canal+) su tercer título en el All England Tennis Club ante el mejor tenista del momento y, a partir del lunes, el número uno del mundo, Novak Djokovic. El serbio destrona al español al vencer en semifinales al francés Jo-Wilfried Tsonga (7-6, 6-2, 6-7 y 6-3) e intentará vencer de nuevo a Nadal en una final este año (Indian Wells, Miami, Madrid y Roma).

Entre ambos no solo está en juego la leyenda. Vencer en el torneo aporta además cuantiosas ganancias a quien sea capaz de salir victorioso el domingo. El legendario evento londinense destina 14,6 millones de libras a premiar a sus participantes (16,37 millones de euros al cambio actual). El tenista que sea capaz de ganar la final se llevará un cheque de 1,1 millones de libras, unos 1,23 millones de euros al cambio. El finalista se llevará la mitad de esta cantidad y cada uno de los semifinalistas, el 25% (275.000 libras).

La hierba les espera. La gloria también.

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