Cajastur aprueba el cierre de su fusión con las cajas de Extremadura y Cantabria
La asamblea de Cajastur ha aprobado hoy la segregación de su negocio financiero en favor del nuevo banco creado junto a Caja Extremadura y Caja Cantabria, llamado provisionalmente Effibank, lo que cierra su proceso de fusión fría a través de un Sistema Institucional de Protección (SIP), según informó la entidad.
La aprobación de esta iniciativa requería el respaldo del 66% del quórum de la asamblea, integrada por 300 miembros de los que 120 son impositores, 30 representantes de los trabajadores y el resto representan a corporaciones locales y a las entidades fundadoras, el Parlamento regional y el Ayuntamiento de Gijón.
Según indicaron fuentes de la asamblea, el acuerdo ha sido ratificado con el respaldo de 227 consejeros -el 88,3%- mientras que otros 27 votaron en contra y se han registrado tres abstenciones después de que el contrato de integración fuese aprobado el pasado 4 de mayo con un respaldo del 88,8%.
Antes de la asamblea, Foro Asturias, ganadora de las últimas elecciones autonómicas al obtener 16 de los 45 diputados en liza, pidió a los consejeros que no apoyasen la iniciativa y aplazasen esta decisión para abrir un periodo de "diálogo y reflexión" con el nuevo Gobierno regional sobre el futuro de Cajastur.
El partido de Francisco Álvarez-Cascos había considerado además que el negocio bancario de Cajastur es "un patrimonio intransferible de todos los asturianos" y que "todas las dificultades" de la entidad arrancan de la decisión "política" de adquirir Caja Castilla-La Mancha "para enterrar el escándalo de su gestión".
A su juicio, esta razón ha impedido a la entidad seguir el modelo de La Caixa, Ibercaja, Unicaja o las cajas vascas y se ha visto abocada a un Sistema Institucional de Protección (SIP) con otras "más pequeñas" por unos directivos que han elegido un periodo "de interinidad institucional" para tomar estas decisiones sin escuchar al partido que previsiblemente formará Gobierno en Asturias.
El banco, con sede en Madrid, se constituirá con un capital social inicial de 20 millones de euros y su volumen de activos superará los 53.000 millones una vez que mañana las asambleas de Caja Extremadura y Caja Cantabria ratifiquen la operación.
La entidad no requerirá ayudas públicas y espera encontrar inversores privados para captar fondos por importe de 520 millones de euros -el 20% del capital- para cumplir los requerimientos del Banco de España, proceso en el que Cajastur ofrecerá el máximo posible de nuevo capital a sus impositores.
Effibank, en el que Cajastur tendrá una participación del 66 por ciento frente al 20% de Caja Extremadura y el 14% de Caja Cantabria, llevará a cabo una ampliación de capital de 2.622 millones de euros de los que 980 corresponderán al nominal y 1.642,2 millones a la prima de emisión.
El banco heredará una red de 1.400 oficinas, casi 6.500 empleados y una cuota de mercado que ronda el 20% en Cantabria, Extremadura, Castilla-La Mancha -tras la absorción de CCM por Cajastur- y Asturias, y una posición de liderazgo en las cuatro comunidades en las que cada una seguirá operando con su marca.
El nuevo proyecto de unión bajo un Sistema Institucional de Protección (SIP) nació tras la ruptura del Banco Base, que les unía con la alicantina CAM, que decidió seguir su camino en solitario.