Zapatero se encomienda a la austeridad y a las reformas en una legislatura en descuento
José Luis Rodríguez Zapatero dejó ayer en el Congreso una sensación casi unánime de despedida con un discurso que abundó en la necesidad e idoneidad de las reformas emprendidas. Tres novedades en su intervención: propondrá una nueva regla de gasto para las comunidades, elevará la parte del sueldo mínimo inembargable a familias en procesos de ejecución hipotecaria y fijará una línea de crédito del ICO para que los ayuntamientos puedan pagar a proveedores.
El último discurso de Zapatero en el debate sobre el estado de la nación no aportó grandes novedades sobre el mensaje que viene lanzado el presidente del Gobierno. El triple eje en que se basa su actuación lo forman las reformas "para acelerar la transición hacia una economía más flexible y competitiva"; la "austeridad o consolidación fiscal" para ganar la confianza de los mercados; y la cohesión social porque "hay que repartir con la mayor equidad posible los costes de superación de la crisis". La mayoría de los grupos afearon al presidente un "optimismo excesivo" en el diagnóstico de la situación. Era el último discurso de Zapatero y sus palabras sonaron a despedida, que llegó a emocionarse al final.
Ya se había advertido que no habría que esperar anuncios "espectaculares". Uno de los anuncios de Zapatero es que el Gobierno propondrá en julio en el Consejo de Política Fiscal y Financiera "la aprobación de una regla de gasto en las autonomías similar a la que se va a aprobar en el Estado y en las corporaciones locales". No se refirió a que fuera un techo sino una "regla de gasto".
Según Zapatero, "fue el estado el que asumió la parte del esfuerzo" en la reducción del déficit público en 2010, que cerró en el 9,3%. Pero el objetivo para 2011, el 6%, es "muy exigente y, a diferencia de 2010, se trata de un esfuerzo más compartido entre el conjunto de las administraciones". Y Zapatero lanzó el guante a las comunidades, a las que solicitó "colaboración real y un intenso ejercicio de responsabilidad fiscal". El presidente confía en que "la evolución positiva de los ingresos", que hasta mayo se incrementaron el 5,6%.
Zapatero trajo a la Cámara el anuncio de medidas para paliar la situación de las familias que afrontar ejecuciones hipotecarias. El Gobierno elevará de 640 euros a 1.000 euros el mínimo de ingresos inembargables por deudas hipotecarias, que serán 1.300 en caso de familias con dos hijos que no tengan ingresos regulares. Zapatero dio estos detalles por la tarde, en la réplica al portavoz de CiU. El Ejecutivo estudia además otras medidas relacionadas con estas situaciones. Hasta ahora el Gobierno se ha mostrado reticente modificar la figura, ya existente, de la dación en pago porque supondría que las entidades restringirían aún más el crédito hipotecario. Anunció también que el Gobierno habilitará una línea del ICO para que los ayuntamientos paguen las facturas de los proveedores con un límite del 25% de los ingresos procedentes del Estado que correspondan a cada consistorio.
El presidente del Gobierno comenzó su discurso haciendo un recorrido por los principales indicadores económicos. Dijo que España ha encadenado cinco trimestres consecutivos de crecimiento en una "recuperación gradual" aunque "demasiado lenta" que le lleva a pensar que el último trimestre de 2011 el crecimiento interanual será del 1,5%. En los últimos cinco trimestres el crecimiento se ha caracterizado por la fortaleza del sector exterior y "la debilidad de la demanda interna". A estos objetivos de crecimiento contribuirá el turismo, pues el Gobierno prevé una "contribución neutra" de la demanda al crecimiento.
Los factores que, según Zapatero, más limitan este crecimiento son, además de la consolidación fiscal que ha impulsado el Gobierno, la incertidumbre en torno a la deuda soberana de los países y "la todavía difícil digestión de los desequilibrios" que provocó el boom inmobiliario. De hecho, sin la aportación "negativa" del sector inmobiliario, la economía española crecería al 2%.
Seguidamente, el presidente se refirió a las reformas "necesarias" que ha emprendido el Gobierno en el sector financiero -había que "redimensionarlo"- y el mercado laboral -se ha pretendido esclarecer las causas del despido y e incrementar las posibilidades de contratación". El primer aplauso entre los diputados socialistas lo arrancó cuando dijo que "todas las reformas necesarias, sí, pero no a costa de romper los equilibrios sociales básicos".
En el capítulo de la consolidación fiscal, el presidente se refirió al techo de gasto de las autonomías y a la reducción del 3,8% en el del Estado que aprobó el Consejo de Ministros del viernes, que Zapatero calificó como "el primer paso" para la aprobación de los Presupuestos de 2012. Y dejó en el aire nuevos recortes: "De nuevo, habrá que tomar acciones decididas, pero se hará de manera selectiva, preservando el gasto social". Zapatero lo considera una "seña de identidad" de su actuación.
El presidente del PP exige "aplicar la ley" contra Bildu
La situación generada en el País Vasco y Navarra después de la irrupción de Bildu en ayuntamientos y diputaciones generales tras el 22-M pasó de tapadillo ayer en el debate. Rajoy se refirió a lo que sucedido con la coalición independentista como un caso más de la "lamentable decadencia" que se está produciendo, en su opinión, en España.Dijo que este partido "es una nueva trampa de ETA para volver a colarse en la vida institucional". "Han vuelto la intimidación, chulería y el desprecio a la ley a los ayuntamientos y las diputaciones forales", sentenció el líder de la oposición. Rajoy añadió que tanto la Ley de Partidos como la Ley Electoral contemplan mecanismos ante "la incompabilidad sobrevenida de aquellos representantes elegidos que incurren en conductas contrarias a la democracia". Esto ya se está produciendo, según Rajoy. "A estos instrumentos hay que acudir", en su opinión, e instó al Gobierno "a que permanezca muy vigilante y no contemporice". "Tienen que saber (Bildu) que los demócratas no les vamos a pasar ni una chulería". Zapatero no se refirió a Bildu.
Otros mensajes
Guiños al 15-M. El movimiento ciudadano de protesta por la situación política, social y económica estuvo presente en el debate. Zapatero abrió fuego al afirmar que "la inquietud y el malestar ciudadano generado por la crisis" ha provocado que se dirija una "mirada exigente" hacia los políticos. "Podemos discrepar -yo lo hago- en no pocas de las propuestas, muy heterogéneas, que se hacen en los encuentros".Futuro. El presidente del Gobierno no tiene dudas de que "España va a superar una prueba dura, en un contexto europeo e internacional muy complicado". "Y hay que llegar al final. Y sabremos hacerlo", añadió Rodríguez Zapatero.Soldados fallecidos. Tanto el presidente como el líder de la oposición y portavoces de otros grupos comenzaron sus intervenciones con un recuerdo y "profundo pesar" por los dos atentados sufridos por las tropas españolas en los últimos días en Afganistán.