_
_
_
_
Automóviles excepcionales

Fisker ya tiene a punto el Karma, "emoción con cero emisiones"

Bajo el lema 'Diseñado para calentarte a ti, no al planeta', la nueva berlina llegará pronto al mercado

Fisker es una marca norteamericana que se ha adelantado a todas las grandes firmas a la hora de producir y comercializar una berlina de lujo híbrida enchufable (plug-in hybrid). Entre sus inversores hay varias firmas de Silicon Valley, y numerosos directivos de otras compañías de automóviles que se han integrado en la estructura de la empresa. Incluso la revista Forbes ha bautizado a Fisker Automotive como "la nueva Detroit".

Cuando Henrik Fisker y su socio decidieron fabricar y comercializar su propio automóvil híbrido, evidentemente el principal problema era encontrar un socio tecnológico que aportara la mecánica. Ninguna de las grandes multinacionales del automóvil estaba dispuesta a ceder su valiosa tecnología a Fisker, pero estos encontraron una solución.

La firma Quantum Technologies (QTWW), con sede en Irvine (California), tenía lo que buscaban, ya que habían trabajado durante años para satisfacer las necesidades del Departamento de Defensa de EE UU en cuanto a vehículos híbridos militares. Pronto encontraron financiación en firmas como Palo Alto Investors o Kleiner Perkins Caufield & Byers. Esta última había apoyado a pesos pesados como Google, Amazon, AOL y otras. En septiembre de 2009 lograron, además, un préstamo por valor de 528,7 millones de dólares del Departamento estadounidense de Energía.

El Karma es un atractivo deportivo de cuatro puertas que combina la posibilidad de circular como un eléctrico de cero emisiones con la autonomía de un coche convencional. Con las baterías totalmente cargadas (precisa ser conectado a la red eléctrica durante seis horas), puede rodar hasta 80 km en modo eléctrico. Por eso consideran que, si se enchufa cada noche, muy pocas veces será necesario usar el motor térmico. La batería, cuya vida útil se estima entre 10 y 12 años de uso, va colocada en el centro del coche. No obstante, si se agota, se pueden recorrer 400 km quemando gasolina como un coche normal, mediante un motor 2.0 turbo Ecotec de 260 CV que actúa como generador. El conductor puede elegir entre dos formas de uso mediante un mando en el volante. En modo stealth (sigiloso o furtivo), totalmente eléctrico, acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y la velocidad máxima es de 153 km/h. Si se elige el modo sport, con el motor de gasolina generando energía, puede acelerar de 0 a 100 km/h en solo 5,9 segundos y alcanzar 200 km/h. Así, la potencia máxima combinada es de 300 kW, equivalente a 403 CV. Otra peculiaridad del Karma es su techo, completamente ocupado por un gran panel para aprovechar la luz solar.

La estructura es de aluminio y los paneles de la carrocería, de ese mismo elemento y materiales compuestos. Las grandes llantas son de 22 pulgadas. En la instrumentación interior se usa una pantalla LCD y en la consola central otra pantalla, esta vez táctil, sirve para controlar sistemas como la climatización, la navegación o el sistema de audio.

El precio en EE UU será de 95.500 dólares (66.696 euros), una tarifa idéntica a la del Porsche Panamera S Hybrid en aquel país. No obstante, el fabricante asegura que 3.000 clientes han pagado la señal de 5.000 dólares. La web de Fisker indica importadores para varios países europeos, pero no para España. Los Karma se fabrican desde marzo en la factoría de Valmet en Automotive en Uusikaupunki (Finlandia), donde durante 14 años (hasta el pasado 2 de mayo) se fabricaron 227.890 unidades de los Porsche Boxster y Cayman.

Protagonista

Fisker automotive nació en septiembre de 2007, cuando Fisker Coachbuilt y Quantum Technologies unieron sus fuerzas. Fisker Coachbuilt era la empresa fundada en 2005 y controlada por el danés Henrik Fisker (en la imagen), diseñador de coches como el BMW Z8 o el Aston Martin DB9, y Bernhard Koehler. Durante algún tiempo se dedicaron a recarrozar deportivos BMW (Serie 6) y Mercedes de alto nivel. Un ejemplo de ello era el Fisker Tramonto, un Mercedes SL 55 o 65 AMG con una carrocería diferente, hecha de fibra de carbono en Italia. Costaba 100.000 euros más que el original y la demanda fue escasa. Pronto decidieron reorientar su actividad creando un coche propio y, además, híbrido.

Archivado En

_
_