El nuevo Gobierno luso se compromete a realizar el ajuste fiscal
El líder conservador Pedro Passos Coelho tomó posesión ayer del cargo de primer ministro luso de forma oficial quince días después de su victoria en las urnas y advirtió de la "complejidad" de los problemas a los que se enfrenta Portugal. Passos Coelho y los once ministros que conforman el nuevo Gobierno portugués asumieron sus funciones en una ceremonia celebrada en el Palacio de Ajuda, en Lisboa.
En su primer discurso dirigido a la nación como nuevo primer ministro, Passos Coelho se centró en la crisis económica que atraviesa el país y se comprometió a combatirla desde el realismo, "sin optimismos vacíos ni fatalismos estériles", y bajo la convicción de que Portugal "no puede fallar". Alertó de que "todavía más problemas aguardan" al país debido a su situación financiera y a las dificultades que afronta la UE.
Passos Coelho desgranó algunas de las que serán las prioridades del nuevo Ejecutivo luso, entre ellas la promoción de un Programa Nacional de Ahorro dirigido a "reducir el endeudamiento". Avanzó que parte fundamental de este plan será atraer los ahorros de los portugueses residentes en el extranjero. Passos Coelho reiteró, asimismo, su compromiso con el cumplimiento de los acuerdos alcanzados por Portugal con la UE y el FMI a cambio de su ayuda financiera.
