Revita da una segunda vida a tu tecnología
La compañía recicla móviles y aparatos electrónicos
La tecnología se ha convertido en una parte irrenunciable de nuestra vida. Debido a su evolución cada vez más rápida, se generan enormes cantidades de aparatos usados que tan solo causan residuos. Así, en 2009 y con un capital inicial de 3.000 euros, se fundó Revita, con el objetivo de dar una segunda vida a móviles usados y otros dispositivos electrónicos, ofreciendo una solución ecológica, práctica y efectiva a las empresas.
El proceso comienza con la recogida gratuita de los terminales del cliente y eliminación de los datos personales. "Damos un cuidado trato al cliente, al que ofrecemos transparencia total a través de nuestros informes, comodidad en la coordinación de todo el proceso, confidencialidad, agilidad en la respuesta, fiabilidad y atención personalizada en todo momento", asegura Borja Gutiérrez Danzberger, director general de Revita.
Después se confirma que el dispositivo no se encuentra registrado como extraído o vetado en la base mundial Checkmend y se envía al cliente un informe de los aparatos reciclados y su valor final para que decida si desea recibir dicho importe o bien opta por donarlo a una ONG. En el primer caso, la empresa recibiría un ingreso adicional por la venta de activos obsoletos e inutilizados, y en el segundo, ayudaría a financiar programas de cooperación para los más necesitados, bien en España o en países del Tercer Mundo. "Ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de invertir en su responsabilidad social corporativa (RSC), ayudar al medio ambiente y obtener ingresos o colaborar con una causa social de su elección", afirma Gutiérrez Danzberger.
El último paso consiste en reintroducir los dispositivos en buen estado o reparables en mercados emergentes para alargar así su vida útil y facilitar el acceso a personas con menos recursos. "Todo nuestro trabajo cumple con la directiva europea WEEE (Waste Electrical and Electronic Equipment) de gestión de residuos electrónicos y aproximadamente el 3% de los móviles sin vida útil son reciclados de forma responsable", puntualiza. Aunque estos últimos son los dispositivos que más se reciclan, también se ocupan de otros aparatos electrónicos tales como las Blackberry, tablets, ordenadores portátiles, procesadores, pantallas TFT, MP3, MP4, cámaras fotográficas, televisiones y videoconsolas.
Buenas perspectivas
El perfil medio de sus clientes son firmas de más de 50 empleados; entre ellas hay consultoras (PricewaterhouseCoopers, Deloitte), entidades bancarias (Abbey, HSBC, CAM y CCM), compañías eléctricas (Endesa, Red Eléctrica) y tecnológicas (IBM, Google, Microsoft, Blackberry). "Adicionalmente colaboramos con estas compañías en la creación de campañas internas de recolección de móviles particulares de sus propios empleados para reciclarlos y donar los fondos recaudados a una ONG", añade Gutiérrez.
En la actualidad, "Revita posee delegaciones en Inglaterra y España y también presencia en el vecino Portugal, aunque en un futuro no muy lejano tenemos intención de seguir expandiendo nuestra actividad a otros países europeos", pronostica. Sus previsiones de crecimiento en 2011 se sitúan en torno al 100%. El año pasado reciclaron, solo de empresas, 11.000 móviles y 600 ordenadores y pantallas. En el primer trimestre de 2011 ya han recuperado 5.000 móviles y 800 dispositivos electrónicos. Dado el éxito, prevén terminar el ejercicio reciclando 40.000 móviles.
Ayuda a los más necesitados
Fruto de su compromiso medioambiental y social, Revita trabaja en estrecha colaboración con la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, que recauda dinero para sus causas tanto a través de donaciones de clientes como de sus propios programas de recolección de móviles.Con el importe obtenido del reciclaje, las empresas pueden contribuir a financiar programas de ayuda para los más necesitados a través de esta entidad o cualquier otra. Además, se posibilita a personas de países emergentes el acceso a dispositivos que no podrían adquirir en el mercado primario.La peculiaridad de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce reside en que está dedicada a la integración de las personas con discapacidad intelectual, labor por la que fue reconocida en 2007 por la ONU como una de las mejores ONG. La donación a esta fundación está considerada medida alternativa para el cumplimiento de la Ley de Integración Social de Minusválidos (Lismi).