La consigna es cero riesgo
Las últimas sacudidas (al alza o a la baja) que han tenido lugar recientemente en la Bolsa tienen el denominador común de la escasez de volumen. Lo habitual es que el negocio diario del Ibex supere a duras penas los 2.000 millones y en demasiadas ocasiones la cifra se queda por debajo. Estos datos pueden parecer mareantes para quien no esté acostumbrado, pero suponen la mitad de lo habitual en los días de euforia de la Bolsa, allá por el año 2007, que desembocaron en la vigente crisis. "Por un lado, se ha sacado fuera del mercado a los minoristas. Por otro, si antes los bancos se apalancaban para invertir en una relación 1-100, ahora lo hacen en una relación 1-30. La consigna es no asumir riesgos", explica un intermediario. Los tiempos dorados de la Bolsa quedan tan lejos que casi parecen un sueño.