El mercado respira al ver más cerca la solución helena
El pacto alcanzado el viernes entre Francia y Alemania permite al Ibex rebotar el 2,18% para cerrar la semana en positivo
Los obstáculos políticos que dificultan la concreción de un acuerdo para Grecia han marcado una semana de tensión y volatilidad extrema en las Bolsas. El mercado, gran enemigo de la incertidumbre, vive preso de enormes bandazos a medida que se demora la ansiada solución griega. Los primeros tintes de acuerdo que transmitieron el viernes las autoridades europeas sirvieron para mitigar el nerviosismo. Los mercados se aferraron a la esperanza y aprovecharon para rebotar al unísono. El Ibex, uno de los grandes destacados del día, cerró en los 10.135,2 puntos tras anotarse el 2,18% en la sesión, un avance suficiente para concluir la semana en positivo, con una subida del 1,85%.
El mercado, deseoso de recibir buenas noticias, respiró con alivio al conocerse el resultado de la reunión del presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy, con la canciller alemana, Angela Merkel. El acuerdo alcanzado entre ambos mandatarios despeja el camino para seguir adelante con el rescate a Grecia. Un paso en la buena dirección que se interpretó con optimismo en el mercado al alejar el peor de los escenarios posibles, el de una quiebra.
Los partícipes del mercado llevan semanas apostando por un acuerdo europeo que permita a Grecia salvar sus próximos vencimientos de deuda. "Nadie puede permitirse asumir un default inmediato de Grecia", avisaba hace unos días Banco Sabadell. Las consecuencias, explican los entendidos, resultarían tan catastróficas, peores incluso a las que generó el fenómeno Lehman Brothers, que en el mercado abundaba la sensación de que tarde o temprano llegaría la solución.
No obstante, la espera, la falta de entendimiento a nivel europeo, unido a la crisis política y social que atraviesa Grecia, empañaban mucho el horizonte y a lo largo de la semana, a medida que pasaban los días y no llegaba la ansiada solución, la tensión que se vivía en el mercado escaló tanto que empezaba a recordar a los peores momentos vividos el pasado ejercicio cuando se llegó a poner en duda la supervivencia del euro.
El transatlántico Europeo, lento pero seguro, y ya cuando el agua parecía que llegaba a un nivel crítico, se las volvió a arreglar el viernes para enviar un mensaje conciliador. Urgía actuar pues el contagio a otros países, incluida España, la cuarta economía de la región, ya era más que evidente -el jueves la prima de riesgo cerró en los 274 puntos básicos-. En principio, todo indica que el BCE ha ganado la batalla a Alemania. La tesis favorable a una reestructuración suave o voluntaria de la deuda griega se impone a la germana, partidaria de una reestructuración obligatoria que fuerce a los tenedores a asumir un porcentaje de las pérdidas.
La voluntad de consenso cotizó al alza el viernes, y a la espera de que se resuelvan muchas incógnitas -algunas decisivas como la capacidad de Grecia de ajustarse a las exigencias de Europa-, los activos de riesgo aprovecharon para rebotar, los spreads se redujeron y el euro rebotó.
Las Bolsas europeas subieron sin excepción. El Ibex destacó con el principal avance entre los grandes índices europeos, el 2,18%. Un rebote que se produjo gracias a los fuertes avances de la banca y Telefónica, los valores más vapuleados durante la corriente vendedora reciente. BBVA destacó con una subida del 5,54%; aunque Bankinter (+4,39%), Santander (+4,3%), Popular (+2,67%), Telefónica (+2,58%) y Sabadell (+2,55%) siguieron de cerca.
A nivel europeo el sector financiero también fue el principal ganador en la sesión del viernes. El sector bancario se anotó el 1,5% y el asegurador, el 1,1%, ganancias que facilitaron que las subidas en los mercados más relevantes de la región oscilaran entre el 0,28% del Footsie y el 1,48% del Euro Stoxx.
El alivio que generaron las noticias que llegaron de Europa también se reflejó en las primas de riesgo. El diferencial de la deuda española con la alemana concluyó en los 261,5 puntos básicos, lejos de los 282 puntos básicos que llegó a alcanzar el jueves durante la sesión, un nivel tan solo punto inferior al máximo que alcanzó este indicador el pasado mes de noviembre cuando en Europa se preparaba el rescate a Irlanda.
Los diferenciales de otros países como Irlanda o Grecia también remitieron el viernes hasta situarse en los 842 y los 1392 puntos básicos, respectivamente, si bien es cierto que la prima de riesgo de Portugal subió a 804,5.
La clave ahora está en ver si el efecto del pacto franco-alemán resulta o no duradero. "Estamos en un escenario muy incierto donde puede ocurrir de todo", avisa Javier Barrio, director de ventas institucionales de BPI. Los expertos aseguran que la volatilidad seguirá reinando en las Bolsas. "En el mercado hay miedo de perderse el rebote o quedarse atrapado", explica Miguel Pareja, de Bolsa 3. Y es que los nubarrones que planean sobre los mercados siguen siendo numerosos a pesar de que el castigo desde mayo alcanza el 6,8% y las valoraciones han alcanzado descuentos históricos.
El caso griego es, sin duda, el problema más apremiante pero no es el único. Las dudas sobre el crecimiento global, los interrogantes que plantea el fin del programa de expansión cuantitativa de la Reserva Federal este mes, el debate fiscal en EE UU y los resultados de los test de estrés en Europa son solo algunas de las barreras que deberán sortear los índices. Eso sin mencionar problemas de tinte más nacional como las salidas a Bolsa de las cajas o el proceso de reestructuración del sistema financiero aún pendiente.
El resultado de la reunión del Eurogrupo el domingo, además de los mensajes que se lancen tanto el Ecofin como el Eurogrupo en las reuniones de la semana que viene serán citas determinantes a corto plazo, al igual que el resultado del consejo Europeo del 23 y 24 de junio.
La próxima semana también vendrá cargada de otras referencias como las encuestas de sentimiento de clima inversor en Alemania, la reunión mensual de política monetaria de la Reserva Federal o la publicación de indicadores de relevancia como los pedidos de bienes duraderos en EE UU, la lectura final del PIB del primer trimestre o las ventas de vivienda nuevas y de segunda mano, datos que ayudarán a esclarecer si realmente se confirma la desaceleración de la principal potencial mundial.
A la espera de nuevas referencias y ante el optimismo que suscitó el viernes el repunte mayor de lo esperado del índice de indicadores adelantados o las noticias que llegaron de Europa, las Bolsas de EE UU también aprovecharon la última sesión de la semana para subir. El Dow Jones ganó el 0,36% y el S&P 500, un 0,30%.
Las cifras
2,8% es la subida que acumula el Ibex en lo que va de ejercicio.10.135 puntos es el nivel al que comenzará la sesión el próximo lunes.