El pasado lunes ya rebajó la calificación de Grecia hasta la misma categoría, cercana a la insolvencia, según informó la agencia en un comunicado.
S&P también indica que "la calificación de los bancos griegos está directa y significativamente expuesta al deterioro de la solvencia de Grecia por medio de sus grandes carteras de bonos del Estado heleno".
A esta situación se une que los bancos griegos tienen dificultades para obtener liquidez, según S&P, y "como resultado, los bancos griegos han recurrido principalmente al Banco Central Europeo" para refinanciarse.