Trabajo marca la ultraactividad de los convenios como línea roja en el Congreso
El ministro de Trabajo advirtió ayer que la tramitación de la reforma de la negociación colectiva no debe modificar ni la ultraactividad de los convenios ni la flexibilidad interna. Sobre la adaptación del modelo austriaco dijo que exigiría subir las cotizaciones del 0,2% al 1,5%, pero que hasta que se haga, los despidos podrían sufragarse con el Fogasa durante "cuatro o cinco años".
La aprobación el pasado viernes de la reforma del sistema de negociación colectiva, impulsada en solitario por el Gobierno tras meses de infructuosas negociaciones entre los agentes sociales, no es sino el principio. Patronal y sindicatos, descontentos unos y otros con el texto, aspiran a acercar la norma a sus intereses durante la tramitación parlamentaria. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, advirtió ayer, sin embargo, que hay ciertos campos que "no deben verse alterados".
De un lado está la ultraactividad de los convenios, su permanencia en el tiempo una vez que caducan hasta que haya un nuevo acuerdo. El Ejecutivo ha optado por no eliminarla, como buscaba la CEOE, aunque introduce un plazo de ocho a 14 meses para que las partes lleguen a acuerdo. La segunda línea roja impuesta por Gómez está en el nuevo modelo de flexibilidad interna, que impide al empresario cambiar las condiciones laborales de su plantilla sin consensuarlo con ella. Estados dos son "piezas esenciales del diseño de la reforma", el pilar de "su filosofía", dijo el ministro, que participaba en unas jornadas de prensa económica en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Gómez garantizó un "nivel de apertura razonable" a otras modificaciones, como actuaciones contra el absentismo, práctica habitual de 400.000 españoles, según la patronal.
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, manifestó que la reforma "es muy mejorable", pero admitió que "la música" que llegó al Consejo de Ministros del viernes le gusta más que los borradores anteriores. "Nos hubiera gustado que se partiera de otro punto", matizó sobre los temas blindados por Trabajo.
Sindicatos y CEOE buscan un acuerdo sobre el arbitraje
Los sindicatos, a su vez, culparon a la CEOE de truncar un acuerdo "ya cerrado" que incluso se había "presentado al presidente del Gobierno". De la Cámara Baja esperan que ante dos convenios contrarios, como uno regional y otro de empresa, se hagan "prevaler las condiciones más favorables para el trabajador".
Tanto CEOE, como CC OO y UGT se mostraron dispuestos a negociar un acuerdo sobre el arbitraje como fórmula de resolución de conflictos, en sustitución de la vía judicial, que genera 350.000 procesos anuales, según la patronal. Un pacto, sugerido también por Trabajo, para el que aún no ha habido aproximaciones, y que debería resolver la supuesta inconstitucionalidad en la que incurre el decreto del Gobierno, que obliga "transitoriamente" a recurrir a mediación o arbitraje en caso de desacuerdo de las partes. La creación de una bolsa individual de dinero que cada trabajador arrastraría consigo durante su vida laboral y a la que accedería en caso de despido, el llamado "modelo austriaco", fue el otro gran punto de debate.
La capitalización del despido
La reforma laboral del pasado año establecía que el sistema debía estar listo el 18 de junio, lo que a todas luces no ocurrirá. El informe que varios expertos han elaborado para Trabajo, detalló Gómez, muestra "que no hay atajos" para crear ese fondo sin subir las cotizaciones. Unas cuotas empresariales que oscilarían "entre el 1,5% y el 2%", pero que el ministro no consideró prudente elevar ahora. Hasta que pueda hacerse, eso sí, planteó la posibilidad de que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), cuya cuota está en el 0,2%, cubra parte de la indemnización de los nuevos contratos indefinidos. Los 2.200 millones que acumula podrían durar, estimó, "entre cuatro y cinco años". Los sindicatos consideraron, no obstante, que la medida es inviable sin una subida de las cotizaciones. La patronal, que rechaza ese alza, sugirió como alternativa que se usen parte de los fondos de formación y que la bolsa se destine también a ello.
El salario mínimo subirá "entre el 1,5% y el 2,5%"
El titular de Trabajo anunció ayer un incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) de entre el 1,5% y el 2,5% para 2012 "a la luz del acuerdo vigente entre sindicatos y empresarios". Esta horquilla se perfilará en los próximos meses cuando estén elaborados los Presupuestos Generales del Estado. Gómez recordó que el aumento del SMI es de solo el 1,3% para este ejercicio.La horquilla aportada ayer por el ministro fue recogida con desagrado por los sindicatos. Tanto el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, como el de UGT, Cándido Méndez, acusaron al Gobierno de incumplir su compromiso electoral que contemplaba subir el salario mínimo a 800 euros. Toxo pidió que el SMI se iguale al francés, que se sitúa en 1.300 euros. Méndez señaló que la subida del salario mínimo ayudaría a salir de la crisis, vía mayor consumo.
Críticas a CEIM
El titular de Trabajo tachó de irresponsable a la CEIM, acusándola de sabotear el pacto de convenios con una petición radical, ideada para beneficiar "al futuro Gobierno". Rosell matizó que la de CEIM era una postura más y que la suya puede ser hasta "más radical".