Sala rechaza la dimisión en bloque de tres magistrados del Tribunal Constitucional
El presidente les obliga a permanecer hasta su renovación
El presidente del Tribunal Constitucional rechazó ayer las renuncias presentadas por la mañana tanto por el vicepresidente de este órgano, Eugeni Gay, como por los magistrados Elisa Pérez Vera y Javier Delgado. Ello les obligará a continuar en sus cargos hasta ser renovados por el Congreso de los Diputados según establece el artículo 23 de la ley orgánica que regula este órgano. En el decreto hecho público pasadas las ocho y media de la tarde, Sala justifica su decisión en el "volumen de procesos constitucionales pendientes" y en su "insustituible función institucional como supremo intérprete de la Constitución y garante máximo de los derechos fundamentales y libertades públicas".
Sala también se refiere en su escrito a la necesidad de "garantizar la continuidad y estabilidad" del tribunal de garantías y reitera al Congreso Diputados la necesidad de proceder a la renovación en cumplimiento de los plazos legales. Los tres magistrados dimisionarios -dos designados a propuesta de PSOE y un tercero a instancias del PP- son aquellos cuya plaza debía haberse renovado por la Cámara baja antes del 8 de noviembre junto con la vacante que dejó Roberto García-Calvo, fallecido en mayo de 2008.
La renuncia de Gay, Pérez y Delgado, que desempeñaban su cargo "en funciones" ante la falta de acuerdo entre el PP y el PSOE, marca un hito dentro de la institución y pone de manifiesto las fuertes discrepancias existentes entre las dos formaciones. Gay llegó a decir ayer que en su renuncia no aceptada pesa el sentirse "parte de un tribunal secuestrado".
El principal escollo en las negociaciones entre los dos partidos mayoritarios se ha centrado en un nombre, el del exportavoz del Consejo General del Poder Judicial, Enrique López, a quien los populares, insisten en proponer y los socialistas continúan sin aceptar.