La disidencia del RACE acusa al consejo de malvender el club
La oposición al consejo de administración del RACE se moviliza para evitar la venta del 49% del negocio de asistencia en carretera más las aseguradoras, una operación que reportará al menos 50 millones y en la que el RACC figura como uno de los principales interesados.
La guerra del RACE (Real Automóvil Club de España) llega hasta los tribunales. El próximo 28 de junio tendrá lugar la asamblea extraordinaria más importante en la centenaria vida del club, ya que el objetivo del consejo es lograr la aprobación de los 17.000 socios para escindir la asociación en dos y proceder a la venta de parte del negocio. La operación ha movilizado a los opositores que acusan a los gestores de malvender el RACE y apuntan al sempiterno rival, el RACC (Real Automóvil Club de Cataluña) como el potencial comprador.
El expresidente de la sociedad Javier Gullón (2007-2009) informó a CincoDías de que presentará hoy una demanda en los juzgados para solicitar la suspensión cautelar de la asamblea extraordinaria. Los activos a la venta consisten en el 49% de Rasisa, la asistencia de carretera que da servicio a cerca de 300.000 clientes, y las aseguradoras Unacsa y Asegurace.
A partir de ahí, la situación es terreno abonado para la guerra fratricida. El expresidente Javier Gullón no es el único que se ha movilizado contra la actual dirección. Su antecesor en el cargo, Juan Luis Huidobro (2002-2007) también se opone a la escisión del club que ahora preside Ramón García-Moliner. Cada uno por su cuenta, los dos recelan de la operación, que califican de precipitada y apuntan a que todo está ya hecho y acordado con el RACC. Fuentes cercanas a la sociedad catalana niegan la mayor. "No está cerrado y el RACC es solo uno más de los candidatos", aseguran esas fuentes, cuya teoría es que la disidencia del RACE agita el fantasma del RACC con la pretensión de tumbar la operación.
Preguntado por Cinco Días, el director general del RACE, Guillermo Kessler, asegura que el proceso de venta empezará "después de la asamblea" y señala que entre el grupo de potenciales compradores hay clubes del automóvil, aseguradoras y firmas de capital riesgo. "No hay nada hecho y puedo asegurar que es falso que se vaya a cerrar ningún acuerdo inmediatamente después de la asamblea. Nuestro objetivo es maximizar el importe de la venta", subrayó Kessler.
"No hay ninguna urgencia por vender. Los momentos de crisis no son momentos para vender, sino para comprar", critica Huidobro. "De lo que estoy en contra es de que el RACE se malvenda por un precio muy inferior al de su verdadero valor", se lamenta Gullón.
En la convocatoria de la asamblea, el consejo de administración señalaba que el proyecto solo se llevará a cabo si hay una oferta de al menos 50 millones y se da de plazo hasta el 31 de diciembre para cerrar el acuerdo.
Si la idea saliera adelante, el actual club quedaría dividido en dos. Uno se llamaría Real Automóvil Club de España y en el se agruparían el complejo deportivo, el circuito del Jarama y la Fundación RACE. La otra sociedad se denominará RACE Club del Automóvil y tendrá bastante enjundia, pues englobará no solo las actividades de autoclub y seguridad vial, sino el 51% de la empresa de servicio en carretera Rasisa y la participación del 5% en ARC (la sociedad formada por los clubes europeos del automóvil), que es clave, pues es la que permite a RACE prestar servicios de asistencia a diversas marcas de automóvil.
En principio, los actuales socios propietarios seguirán siéndolo de los dos clubes y seguirán percibiendo las mismas prestaciones. El consejo señala que los ingresos derivados de la venta permitirán conservar los terrenos del Jarama como "activo singular y garantía patrimonial de futuro", renovar todas las instalaciones sin incurrir en derramas y permitir la venta del derecho a socio, hasta ahora inviable.
Eso sí, el objetivo del consejo es que el club que integra las actividades empresariales vaya aumentando el número de socios, intentando incorporar a los cerca de 300.000 clientes, los llamados socios numerarios.
500.000 euros en una campaña de marketing
Todo es sometido a una fiscalización minuciosa. El consejo de administración ha destinado una partida de medio millón de euros para hacer una intensa labor de marketing de cara a la asamblea del próximo 28 de junio.La razón es que en las asambleas, entre asistentes y delegaciones, no se suelen superar los 3.000 votos. Al tratarse de una asamblea crucial para el futuro de la sociedad, el consejo quiere que voten y estén informados el mayor número posible de socios propietarios, que asciende a unos 17.000."Es una campaña institucional", asegura el director general Guillermo Kessler. El club está enviando a todos los socios folletos explicativos de la operación y ha abierto también una línea telefónica gratuita para informar a los socios (900 102 033). La dirección también recogerá el voto delegado de todos los socios que así lo deseen. "Ese voto irá completamente cerrado a la comisión de verificación", garantiza Kessler.Los opositores al consejo ven en esta acción una maniobra de la directiva para conseguir inclinar el voto a su favor, empleando para ello los propios recursos del club. El expresidente Javier Gullón habla de "clara irregularidad". "Quieren hacer la operación sí o sí", critica la otra cabeza visible de la oposición, el también expresidente Juan Luis Huidobro.Más allá de la guerra cruzada de acusaciones entre directiva y opositores, la última palabra la tienen los socios, que son los que deben apoyar la opción que consideren más idónea.
Vuelta a beneficios
El RACE perdió el año pasado 6,7 millones de euros. Los ingresos se mantuvieron, pero los gastos de personal crecieron seis millones más de lo previsto, debido a las indemnizaciones por el proceso de ajuste de plantilla. Este año, la previsión es ganar 1,42 millones.