Los partidos analizan hoy la constitución de los ayuntamientos
Las direcciones de PSOE, PP e IU analizan hoy los resultados del proceso de constitución de ayuntamientos, en los que en algunos casos se han dado sorpresas "desagradables" provocadas por concejales díscolos que han desoído las órdenes de sus partidos.
Las cúpulas del PSOE y PP se reunirán esta mañana en la Permanente de la Comisión Ejecutiva Federal, en el primer caso, y en el Comité de Dirección, en el segundo, mientras que IU ha convocado a su Comisión Ejecutiva Federal para la tarde. Una vez constituidos los ayuntamientos, toca hacer balance de las alcaldías que ha obtenido cada partido.
El sábado, concejales díscolos del PSOE, PP e IU demostraron una vez más que la disciplina de partido no llega a todos los rincones de España y, por unos motivos u otros, desoyeron las directrices de sus direcciones regionales o nacionales para hacer lo que creyeron oportuno.
El PSOE no tardó en reaccionar a la desobediencia de ocho de sus ediles en Canarias y anunció poco después de la votación en los respectivos ayuntamientos que los expulsaba del partido.
El motivo fue que los concejales no respetaron la directriz de la dirección socialista y facilitaron las alcaldías de dos municipios de la Isla de la Palma (Los Llanos de Aridane y Santa Cruz de La Palma) al Partido Popular.
Además, el PSOE abrió expediente informativo a las ejecutivas de las agrupaciones locales en ambos municipios, así como a la Ejecutiva Insular de la Palma.
En el caso del PP, el desaire más sonado fue el de los cinco concejales populares de Gijón, que apoyaron a la candidata de Foro Asturias, Carmen Moriyón, en contra de la disciplina impuesta por el partido en la región.
En Izquierda Unida también han tenido sus díscolos, que han favorecido en este caso al PP, partido que logró hacerse con cuarenta alcaldías en toda España gracias a la decisión de ediles de esta formación de no dar sus votos al PSOE para que pudiera formar gobierno.
La actuación de los ediles de IU de favorecer al PP contravenía la orden que había dado el coordinador general, Cayo Lara, de que su formación no toleraría, por acción u omisión, que sus concejales favoreciesen un gobierno de derecha.