Restablecer los flujos de financiación a empresas y particulares
Cada vez más sectores económicos identifican como el principal obstáculo para crecer la financiación. Las crecientes exigencias de capital a la banca, tras el incremento de la morosidad y la acumulación en los balances de activos devaluados y de difícil salida generados por la crisis, junto con la escasa calidad y solvencia de la demanda del crédito, está ocasionando que la concesión de financiación por parte de bancos y cajas se produzca con cuentagotas.
Los banqueros han advertido de la necesidad de desapalancar la economía, incluso en algunos casos han cifrado en 200.000 millones de euros el desapalancamiento necesario (un 12% del crédito concedido al sector privado), lo que supondría unos cuantos trimestres de amortización de crédito existente sin concesión de crédito nuevo. En algunos casos han advertido que el crédito puede caer un 5% anual en los próximos ejercicios. Los dos asertos significan lo mismo, y alertan de la paralización de la financiación de nuevos proyectos empresariales o personales.
Las propias empresas dicen, según la encuesta de las Cámaras de Comercio, la más vasta de cuantas se realizan ahora entre las empresas, que tienen muchas dificultades para acceder a la financiación, además de sufrir retrasos sistemáticos y crecientes en los cobros por parte de las administraciones públicas. Por tanto, desapalancar, pero en paralelo ultimar los ajustes en el sistema financiero con cierta celeridad.