Crédit Agricole tendrá el control de la unión de Bankoa e Ipar Kutxa
Crédit Agricole gana peso en España. La integración de Bankoa, su filial al 99,64%, con Ipar Kutxa, le permitirá controlar la entidad resultante en la que contará con mayoría en su junta de accionistas y en su máximo órgano de gobierno. El acuerdo, sin embargo, fue presentado ayer en Vitoria como una alianza "paritaria" que permitirá alumbrar un banco con unos activos de 5.300 millones, un volumen de negocio cercano a los 8.000 millones y unos fondos propios de 400 millones.
El acuerdo, que ayer pasó el filtro de sus consejos pero que deberá ser refrendado por los socios de Ipar Kutxa, supondrá que la cooperativa de crédito y Bankoa integrarán sus balances y su negocio bancario. Para instrumentar la operación se utilizará a Bankoa como ficha bancaria, aunque según señalaron ayer sus gestores, no se corresponderá con la marca comercial que se pondrá en el mercado a partir del 1 de enero de 2012, cuando sea efectiva la fusión.
En principio, está previsto que Crédit Agricole tenga que aportar nuevos activos, que procederán de Caisse Régionale de Crédit Agricole Mutuel Pyrénnées Gascogne y Caisse de Aquitaine, para que la inyección de recursos sea similar a la que debe realizar Ipar Kutxa. Para fijar la relación paritaria en el capital, las entidades contarán con el apoyo de Asesores Financieros Internacionales (AFI) para la valoración de activos y de PricewaterhouseCoopers (PwC) para el proceso de due diligence.
Carlos Osés, director general de Ipar Kutxa y que se perfila como primer ejecutivo del nuevo banco, señaló ayer que en el "protocolo de alianza" donde se han acordado las bases "y los principios políticos" se ha fijado que el nombramiento de los gestores sea potestad de Ipar Kutxa y la de los órganos sociales de Crédit Agricole. La sede se ubicará en San Sebastián, mientras que el centro de operaciones se situará en Bilbao.
Los rectores de Bankoa e Ipar Kutxa coincidieron en que el proyecto de integración aúna los intereses de dos entidades con una alta complementariedad geográfica y de sectores de negocio.
Posibilidad abierta para sumar más entidades
Operación local, es decir, ceñida al País Vasco pero abierta a que se puedan realizar nuevas operaciones corporativas en España. Esa es, al menos, la idea que deslizaron ayer en la capital alavesa los gestores de Crédit Agricole e Ipar Kutxa. Apostaron, no obstante, por poner primero en marcha sin sobresaltos su proceso de integración. Jean Clément Philippe, presidente de Bankoa en representación de la firma francesa, destacó que el acuerdo supone el primer pacto "transfronterizo" entre cooperativas de crédito. Crédit Agricole, uno de los primeros actores bancarios en Europa y líder en banca minorista en Francia, ha asegurado el soporte financiero para que la nueva entidad abarque nuevos campos de actuación fuera del País Vasco, su actual zona de influencia.