Volcker pide una autoridad europea que ayude a quebrar bancos
El expresidente de la Reserva Federal estadounidense Paul Volcker ha dicho que en Europa hace falta una institución pública que ayude a quebrar a las grandes entidades financieras cuando sea necesario de la forma menos perjudicial para la economía del país, como ocurre en Estados Unidos.
Volcker hizo esta afirmación durante una jornada sobre el nuevo marco financiero internacional organizada por el Instituto Aspen España, presidido por Javier Solana, que tuvo lugar en la sede madrileña del BBVA.
Por su parte, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, aseguró que lo mejor para evitar rescates bancarios es reducir las posibilidades de que se produzcan, como se está haciendo en Europa con las nuevas legislaciones que elevan los ratios mínimos de capital que tienen que tener las entidades, así como las provisiones.
Para Carsten, el sector financiero necesita una regulación y una supervisión "cautelosa", la misma cautela que necesita una persona que tiene la tensión alta, ya que "no da problemas hasta que es demasiado tarde", dijo. Lo importante, dijo Carsten, es mitigar los costes de las crisis para el público.
En la misma línea, el expresidente del Banco Central de Brasil Henrique Meirelles manifestó que la solución para evitar que se produzcan nuevas crisis financieras pasa por endurecer la regulación, ya que "el dinero del contribuyente está en juego" cuando el Estado tiene que rescatar entidades en problemas.
"Los contribuyentes se preguntan por qué los beneficios de la banca son privados y las pérdidas son un problema público", dijo.
Reestructurar la deuda griega empeoraría la crisis
Volcker advirtió hoy de que una reestructuración de la deuda griega empeoraría los problemas del país, y abogó por una reforma de la economía helena más profunda para que sea más competitiva dentro de la Unión Europea.
Volcker aseguró que la recuperación griega no será posible hasta que logre la confianza de los mercados, un objetivo para el que es necesario profundizar aún más en las reformas. El también exasesor del presidente estadounidense, Barack Obama, recalcó que siempre consideró "una buena idea" la entrada en vigor del euro, y así se ha demostrado, a su juicio, durante la reciente crisis económica, que se habría agravado de haberse mantenido las distintas monedas europeas y sus respectivas fluctuaciones.
Si embargo, constató que "quizá algunos países no entendieron la disciplina" que venía implícita con la moneda común.
Por su parte el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, opinó que los ajustes y reformas estructurales y macroeconómicas que se realizan en momentos de crisis de deuda son decisiones políticas, y cada país decide hasta donde quiere llegar.
En cuanto al papel del Fondo Monetario Internacional, que el mexicano aspira a dirigir, explicó que puede ser un apoyo para la adopción de las decisiones políticas más duras, pero no resolver el problema económico de los países.