El PNV quiere un consenso con Bildu que facilite la fusión de las cajas vascas
La complicada fusión de las cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital) se enreda un poco más tras los resultados de las elecciones municipales y forales del pasado domingo y en los que Bildu se convirtió en la primera fuerza de Guipúzcoa. El PNV pretende buscar un punto de encuentro con la coalición abertzale para facilitar el proceso de integración fría.
Si la política ha tenido un especial protagonismo a la hora de encarar la integración de las tres cajas vascas, la más natural de las fusiones entre entidades de ahorro españolas, su influencia cobra ahora mayor fuerza con la entrada en la escena política de Bildu, que suma un nuevo actor a los ya existentes (PNV, PSE-EE y PP, fundamentalmente). Esta fuerza política interpretará un papel estelar como consecuencia de su irrefutable victoria en Guipúzcoa donde ha conseguido la mayoría minoritaria en la Diputación Foral y el Ayuntamiento de San Sebastián. A esto se suma la mayoría absoluta en buena parte de los municipios guipuzcoanos.
El telón se abre de nuevo. Fuentes consultadas aseguran que el PNV quiere tejer una estrategia que no encuentre obstáculos en el PP y el PSE-EE, los dos partidos que han dado el visto bueno a una fusión fría de las tres cajas. Estos dos partidos tienen un importante peso en Vital y el PSE en Kutxa. El PNV, por su parte, controla BBK y tiene influencia en la caja de ahorros guipuzcoana.
La operación para acercar a la coalición Bildu al proyecto de SIP de las tres cajas se puede facilitar porque varios de sus miembros, representantes de EA, ya han pertenecido a los órganos de gobierno de Kutxa. El consejo de esta entidad rechazó una fusión a tres hace más de seis años. En 2009 su asamblea declinó afrontar una integración a dos en la que iban a participar BBK y Kutxa.
La coalición 'abertzale' ha tenido miembros en los órganos de gobierno de Kutxa
Elemento sustancial
El pacto entre PNV, si recibe la venia del PSE y el PP, y Bildu se presenta como un elemento sustancial. La asamblea de Kutxa, con la actual configuración y con unos consejeros cuyo nombramiento es irrevocable, está en teoría a favor de la integración ya que sumaría los votos del PNV, PSE, PP, Hamaika Bat y los sindicatos CC OO, mayoritario, y Pixkanaka. Sin embargo, las posibilidades de que Bildu gobierne la Diputación de Guipúzcoa, tras conseguir la mayoría minoritaria, le pueden dar a esta formación la llave para facilitar el proceso si llega a controlar su departamento de Hacienda. En cualquier caso, medios cercanos a estos partidos añaden la inconveniencia de no contar con su apoyo porque su presencia será significativa tras la renovación, posiblemente en la asamblea de marzo del próximo año, de sus consejeros generales.
El proceso técnico para poner en marcha la fusión fría sigue, con discreción, su curso. Los sindicatos no han sido informados del proceso y mantienen una actitud vigilante. Afirman que si no hay acuerdo con las centrales votarán en contra. En principio, se había previsto que los asesores para esta fusión (AFI, Deloitte y Uría y Menéndez) presentaran antes de final de mayo sus respectivos informes.
Kutxa reduce su beneficio
El grupo Kutxa mantiene la política estos últimos años de dar protagonismo una vez a sus resultados individuales y, otras, a los consolidados. Una época que coincide con la continua reducción de beneficios, Este primer trimestre de 2011 le ha tocado a los consolidados que arrojaron unos números negros de 16,5 millones, un 17,5% inferiores. Sin embargo, los de la matriz, Kutxa, descendieron un 50%, y supusieron 10 millones.