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Premium. Vehículos de ocasión

El 'currículum vitae' del coche, un arma contra los estafadores

Carfax firma un acuerdo con Ganvam para facilitar sus historiales a los concesionarios

Los compradores de autos usados disponen de una nueva herramienta para protegerse de la venta de coches robados o manipulados. Se trata del historial del vehículo, un informe que incluye datos como detalles de matriculación, cambios de titularidad y bajas, número de propietarios, kilometraje, mantenimiento, siniestros o reparaciones, que la empresa estadounidense Carfax ha comenzado a ofrecer en España. "Es el equivalente al currículum vitae de un coche", dice Marco Arbán, director general de la filial española de la compañía, que recientemente ha firmado un convenio con Ganvam, la asociación nacional de vendedores de vehículos.

La patronal está interesada en facilitar herramientas de este tipo a los concesionarios para combatir el fraude en la venta de coches usados, una práctica que en los últimos dos años se ha incrementado al menos un 15%, de acuerdo con Ganvam, que basa sus estimaciones en las denuncias reportadas por sus afiliados. La mayoría de estos vehículos se venden en la calle, generalmente a las afueras de las ciudades, en polígonos y gasolineras. El vendedor se hace pasar por comercial, pero no entrega factura ni garantía, por lo que el comprador se expone a ser víctima de una estafa, ya que la mayoría de estos coches no ha pasado ningún tipo de revisión técnica.

El servicio de Carfax puede ayudar al comprador a evitar esta situación. ¿Cómo funciona? Los usuarios acceden a un expediente del coche al introducir en la web de la empresa el número del bastidor, que es una combinación de letras y números de 17 dígitos que nunca cambia y es único de cada auto. El historial cuesta entre 5 y 10 euros dependiendo del nivel de detalle de los datos, aunque de momento, la descarga es gratuita. "El servicio estará en estado de prueba durante seis meses en los que será gratuito. La información que ofrecemos por ahora es básica a la espera de cerrar más acuerdos con concesionarios, talleres y otras fuentes para proveer un historial más completo", señala Arbán. La española Checkyourcar ofrece un servicio similar desde inicios de 2010.

El usuario puede descargar un expediente del automóvil con la introducción en una página web del número del bastidor

Carfax, que inició sus actividades en la década de los ochenta en EE UU y Canadá, estableció su filial europea en Múnich en 2007 y en España, en noviembre del año pasado. La compañía coopera con Gobiernos, cuerpos de seguridad, aseguradoras, fabricantes y concesionarios. "En el caso de España, además de Ganvam y aseguradoras, estamos trabajando con la Dirección General de Tráfico (DGT) para mejorar los datos y el intercambio de información del movimiento transfronterizo de vehículos", asegura Arbán. "Estamos en conversaciones con la DGT para cerrar un acuerdo en los próximos meses", añade.

A través de sus informes, Carfax pretende contribuir a la creación de un mercado más organizado, que aumente sus ventas en los próximos años desde los actuales 8.000 millones de euros hasta un nivel de entre 12.000 y 14.000 millones. "Este aumento provocaría a su vez un incremento en la recaudación de impuestos de entre 360 y 420 millones", señala. Por lo pronto, para Juan Antonio Sánchez, presidente de Ganvam, lo más importante es reducir el fraude. "Estamos cerrando acuerdos con empresas de internet que ofrecen filtros de este tipo para evitar que pseudovendedores se hagan pasar por particulares".

Falsear el kilometraje, lo más usual

El fraude más común en la venta de vehículos usados es la falsificación del kilometraje. "Entre un 20% y 30% de los autos de segunda mano tienen el kilometraje retocado antes de su venta", advierte Marco Arban, de Carfax.El segundo más habitual está vinculado a los seguros. Ocurre cuando un propietario comunica el siniestro de su coche para cobrar la póliza y tras recibir el dinero vuelve a asegurar el vehículo para cobrar de nuevo el pago de otra aseguradora.En Italia es común también la compra por parte de mafias de documentos de propiedad de coches de lujo ya destruidos en otros países. Con esos documentos, matriculan el vehículo en Italia, hacen el seguro y un mes después denuncian el robo de un auto que la policía nunca va a encontrar. Entonces, reclaman el valor residual del coche de gama alta a las aseguradoras.

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