_
_
_
_
María Parga. Directora general de BME Innova

"Un tsunami no debe afectar a la continuidad del negocio"

Licenciada en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid, lleva 20 años en Bolsas y Mercados Españoles, donde dirige la filial de innovación.

BME Innova es la filial creada en 2008 por Bolsas y Mercados Españoles para poner al servicio de las empresas locales toda su experiencia en el procesamiento de grandes cantidades de datos. María Parga, directora general de la unidad, explica la utilidad que sus productos pueden tener para pymes.

El servicio con el que empezaron a operar es el de contingencia y continuidad de negocio. ¿En qué consiste?

Cuando un inversor da una orden de compra, es necesario que ese pedido llegue en tiempo y forma al mercado. Cualquier problema que interrumpa la operación -una caída del sistema informático, por ejemplo- ocasionaría un perjuicio al cliente porque la orden llegaría tarde al mercado. En ese sentido, la Mifid (normativa para servicios financieros) establece que todos los miembros del mercado deben tener soluciones que aseguren la continuidad de sus operaciones ante cualquier incidente. En BME vimos que podíamos ayudar a cumplir esta normativa y lanzamos servicios de contingencia. Estos consisten en replicar todos los sistemas informáticos de la empresa para que, en caso de que fallasen, esta pueda continuar trabajando desde nuestras instalaciones o cualquier otra ubicación propia.

¿Y qué tiene que ver todo esto con una pyme que no cotiza en Bolsa?

Hay infraestructuras críticas que, incluso ante un terremoto como el de Chile o un tsunami como el de Japón, deben continuar prestando servicio a la población. Por eso es importante que todo el tejido empresarial esté preparado para dar respuesta a desastres de este tipo. Lamentablemente, la continuidad de negocio no es algo que los latinos llevemos en el ADN. Estamos más preparados para la improvisación. Es una cultura que tenemos que desarrollar. Con ese fin, y en sociedad con la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), hemos creado el Instituto de Continuidad de Negocio.

¿Las pymes son receptivas a contratar este tipo de servicios?

Tenemos unos 50 clientes, ninguno cotiza en Bolsa, pero son entidades relacionadas con el sector financiero: corredores, gestoras. El servicio se lanzó inicialmente para entidades a las que se aplica la Mifid. Entre ellas tenemos dos o tres pymes, pero no es un servicio que estas estén contratando. Es que ahora mismo no es el momento. Con la crisis, las pymes no están buscando soluciones que les generen un gasto, aunque muchas veces no implican un coste. El disponer de un procedimiento para que en caso de que un día no puedas ir a trabajar, otro empleado te reemplace y tu negocio siga funcionando, no es tanto un gasto como una forma de trabajar. Es un tema cultural del que solo mediante una labor de formación podemos hacer que las empresas tomen conciencia.

¿Qué otros servicios prestan?

Como no se trata de competir con otras empresas del sector, hemos buscado servicios en los que BME tenga una posición única para aportar valor. En ese sentido, otra rama en la que tenemos una experiencia enorme es en la de la comunicación financiera. Junto con las Bolsas de São Paulo, Bruselas y París, fuimos los primeros en informatizar los sistemas de contratación cuando la desaparición de los corros parecía impensable. Actualmente, a través de nuestras plataformas tecnológicas tratamos más de 65 millones de mensajes diarios. Ese es un activo muy importante que estamos tratando de poner en valor para las empresas.

¿Cómo, por ejemplo?

Ahora mismo, la posición de tesorería se ha vuelto esencial. Da igual la empresa que sea, grande, mediana o pequeña, cotice en Bolsa o no, tener una visibilidad en tiempo real de la posición de tesorería es fundamental, sobre todo si se dedica a la exportación. Ahora mismo, si una empresa quiere conocerla, tiene que comunicarse con todos los bancos con los que trabaja, un problema que se multiplica si exporta a muchos países o regiones distintas. La solución que proponemos es ponernos en el medio, para que tú como empresa solo tengas que conectarte con una plataforma de BME llamada Highway y seamos nosotros los que nos conectemos con cada banco. De esa forma, podrás acceder a tu posición de tesorería a través de una ventana única. Es un servicio que ya está disponible para grandes empresas y que el próximo año ofreceremos a empresas medianas con grandes volúmenes de exportación.

"Somos la alternativa a servicios más caros"

Todas las sociedades de Bolsa, grandes o pequeñas, están llamadas a colaborar con el regulador en la detección de operaciones fraudulentas. Para facilitar esta tarea, BME Innova ha desarrollado una serie de herramientas tecnológicas que contribuyen a mantener la transparencia del mercado.

¿Aspiran a competir con consultoras como IBM y Accenture?Nosotros no hacemos consultoría. Nos adelantamos a las normativas que vienen y proveemos herramientas que faciliten su cumplimiento. Un ejemplo muy claro de esto son las herramientas de cumplimiento normativo.

¿En qué consisten?La CNMV está obligando a todas las entidades relacionadas con el mercado de valores, y algunas de ellas son pymes, a comunicar una serie de eventos para garantizar la transparencia. Nosotros hemos creado un sistema de reporting centralizado en nube, para que las empresas puedan cumplir esta obligación sin descuidar su negocio. En enero de 2010 lanzamos también una solución para la comunicación de operaciones sospechosas de abuso de mercado.

¿Y cómo funcionan?Estas herramientas se adaptan a la tecnología que la empresa utiliza para llevar su documentación o contabilidad. Basándose en el mismo sistema que utilizan las centrales nucleares para emitir alertas cada vez que algún parámetro se desvía de lo normal, ayudan a detectar anomalías en el comportamiento habitual de los valores, clientes o empleados sujetos a reglamento interno de conducta. Es una alternativa a las soluciones de proveedores extranjeros disponibles en el mercado, que son bastante caras. Frente a soluciones que pueden costar un millón de euros, la nuestra varía desde los 4.000 hasta los 80.000 euros dependiendo del tamaño de la entidad.

Archivado En

_
_