"Las Administraciones tienen que adelgazar"
Lleva 12 años al frente de la alcaldía de Bilbao, un ayuntamiento que ha sufrido una profunda transformación y que ha eliminado su deuda histórica.
Iñaki Azkuna (Durango, 1943), alcalde de Bilbao desde 1999 en representación del Partido Nacionalista Vasco (PNV), aspira a renovar su puesto en estas elecciones. Médico de profesión y especializado en cardiología y radiología, parece conocer el corazón de los bilbaínos. Cercano a sus administrados y socarrón, se ha posicionado a favor de la paz y en contra de ETA y su mundo en los momentos más duros del terrorismo y la violencia callejera. Bilbao, la ciudad que ha dirigido durante las últimas tres legislaturas con diferentes socios, no tiene deuda y ha experimentado un profundo cambio durante su mandato. Asegura que es necesario reducir la Administración.
¿Cuáles son los principales retos que tiene Bilbao en los próximos cuatro años?
El objetivo es seguir con nuestra política de transparencia y de rigor económico y conseguir, al mismo tiempo, que Bilbao no se pare, que siga moviéndose, para continuar con la transformación de la ciudad y con su proyección internacional, que nos ha colocado en un plano importante, sobre todo en el ámbito urbanístico.
Tras 12 años al frente del ayuntamiento, ¿qué destaca de su gestión?
Creo que hemos ayudado a transformar Bilbao en una ciudad limpia y transparente, culturalmente más potente y equilibrada. A mi juicio, nuestro mayor logro es haber devuelto el protagonismo de todo este proceso a los bilbaínos y bilbaínas con claridad en la gestión e impulsando la participación ciudadana.
¿Hay algún secreto que haya permitido a Bilbao convertirse en la única ciudad española sin deuda?
No hay ningún secreto. Hemos sabido aprovechar unos años buenos, entre 2005 y 2007, con un alto nivel de ingresos, para hacer grandes cosas. En lugar de gastarlo todo, lo hemos administrado para, poco a poco, ir pagando la deuda acumulada de hace 15 años, que ascendía a unos 207 millones. También hemos sabido aprovechar las alianzas porque hemos tenido ayudas del Gobierno central, del vasco, del europeo y, sobre todo, de la Diputación Foral de Vizcaya.
Ha citado varias Administraciones pero en alguna ocasión ha comentado que hay que reducir su peso...
Con el actual modelo que tenemos en el País Vasco las Administraciones tienen que adelgazar. ¿Qué pinta, por ejemplo, una Consejería de Cultura en el Gobierno, tres departamentos del mismo área en las diputaciones y otras tantas concejalías de Cultura en las tres capitales vascas? Creo que se debe producir una racionalización. Es mi reflexión que dejo para su debate.
¿Qué piensa de la entrada en la escena electoral de Bildu? ¿Estamos más cerca que nunca de la paz?
Que Bildu esté presente es bueno porque significa que la sociedad vasca estará completamente representada en estas elecciones, un hecho que hasta ahora no ocurría, y también porque supone una apuesta seria por la democracia y por el actual sistema político. Aquí lo único que sobra es ETA.
¿Estaría dispuesto a pactar con Bildu si no consigue la mayoría?
Pactar significa buscar un programa de gobierno. Yo estoy dispuesto a estudiarlo con todos los partidos con representación municipal.
¿Cree que Bilbao, cuya transformación ha sido reconocida internacionalmente, puede convertirse en una ciudad donde las grandes compañías quieren instalar su sede social?
Precisamente eso es lo que pretendemos. Una ciudad moderna, con prestigio internacional y ganas de seguir transformándose. Digamos que es ideal para las grandes empresas.
¿Irá adelante el proyecto de Zorrozaure de la arquitecta Zaha Hadid?
No renunciamos a él, aunque somos conscientes de la actual coyuntura económica.
"Zapatero no explica la situación, que es durísima"
El actual alcalde de Bilbao y aspirante a repetir cargo parece que ha realizado un curso de inmersión sobre la actual situación económica. Cita a Grecia para asegurar que "fuera del euro hace mucho frío", a la vez que apuesta por la necesidad de que el AVE llegue cuanto antes a Bilbao. "Sería importantísimo para la economía, y si no que se lo pregunten a Sevilla o Barcelona".Sincero y ocurrente, dice que cuando habla de los bancos y su papel en esta crisis tiene que tomarse un vaso de agua. Azkuna, nacionalista convencido pero cosmopolita militante, es consciente de que los problemas que atraviesa España. "Si yo fuera presidente del Gobierno español y que Dios no lo quiera, diría lo que está pasando y es que estamos en un momento durísimo. Habría que explicárselo a la gente y Zapatero no lo ha hecho. Atravesamos una etapa muy delicada. Hay que dejarse de chirigotas".Reconoce que el margen de los ayuntamientos a la hora de crear instrumentos que permitan generar empleo es escaso, pero apuesta por aprovechar las herramientas de que se ha dotado el consistorio bilbaíno para dinamizar nuevos puestos de trabajo. Para ello se apoya en la saneada posición financiera donde la deuda, a diferencia de otros municipios, se ha eliminado. "Nuestra política estos últimos años, dirigida fundamentalmente a través de Lan Ekintza, es apoyar a los nuevos emprendedores, a los empresarios, a los comerciantes y a los hosteleros de Bilbao para que sigan invirtiendo en nuestra ciudad porque, a pesar de esta época difícil, ellos van a seguir creando empleo".