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Cambios en la cúpula del Fondo Monetario Internacional

Berlín y París presionan para que un europeo gestione la crisis de la deuda desde el FMI

El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, renunció a su cargo horas antes de ser liberado bajo fianza y abrió la batalla por la sucesión, que si se sigue la tradición, recaerá en un país europeo. Berlín y París presionaron ayer, frente a las exigencias de los emergentes, para que el nuevo director que gestione la crisis de la deuda en la UE sea europeo. La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, es la mejor situada en las quinielas.

Berlín y París presionan para que un europeo gestione la crisis de la deuda desde el FMI
Berlín y París presionan para que un europeo gestione la crisis de la deuda desde el FMICINCO DÍAS

La presión internacional tras la detención y posterior encarcelamiento del director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, se ha llevado por delante la carrera del político francés al frente del FMI, que presentó su renuncia desde prisión horas antes de ser liberado bajo fianza. "Con una infinita tristeza me siento obligado a presentarle al consejo de administración mi dimisión del puesto de director general. Debo insistir en que niego con toda la firmeza posible las acusaciones que se han levantado contra mí. Quiero proteger esta institución a la que he servido con honor y devoción", apuntó ayer el francés en un comunicado. La dimisión coincidió con la comparecencia ante el juez que se celebró en Nueva York, que decidió inculparle formalmente de los delitos de agresión sexual e intento de violación. No obstante, el político francés esperará su enjuiciamiento bajo arresto domiciliario, después de que el juez le concediera la libertad bajo fianza.

El antiguo patrón del FMI deberá abonar un millón de dólares de fianza, tal y como había propuesto su defensa, pero también un aval de cinco millones.

La renuncia de Strauss-Kahn enconó aún más la lucha por la sucesión entre los países desarrollados y los emergentes. La regla tradicional, establecida desde los acuerdos de Breton Woods en 1944, marca que un europeo presida el FMI y un estadounidense el Banco Mundial. Esa es la regla que quieren derribar los países emergentes, en función del peso que han adquirido en la economía mundial y que no se ha visto reflejado en su presencia en organismos multinacionales. Pero las naciones europeas ya han anunciado que no van a dar su brazo a torcer y que van a luchar de forma denodada porque la dirección del FMI siga en manos de un país europeo.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, pidió ayer un candidato europeo "fuerte y de consenso" para dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Creemos que es natural trabajar para presentar un candidato europeo fuerte, aunque está claro que será la competencia y no la nacionalidad lo que decidirá quién es el mejor para el trabajo", recalcó. Con esta idea, Barroso urgió a consensuar un nombre frente a la ausencia de una candidatura única entre los emergentes.

Y los máximos dirigentes de Europea tomaron nota de forma automática. La más clara fue la canciller alemana, Angela Merkel, quien señaló la idoneidad de que un europeo presida esa institución en la medida que la UE es la zona más afectada por la actual crisis de deuda. "Entiendo la reclamación de los emergentes para tener más peso en esas instituciones, pero la actual situación y la crisis de la deuda obliga a que sea europeo quien dirija esta institución", dijo ayer en una rueda de prensa en Berlín. De hecho, el diario Handelsblatt hizo público ayer que Merkel apoyaría la candidatura de Christine Lagarde, ministra francesa de Finanzas y la favorita en todas las quinielas, para sustituir a Strauss-Kahn. Un apoyo que también hizo público el ministro de Finanzas sueco, Anders Borg. "Por la gestión de la crisis del euro y en el G-20, la señora Lagarde es uno de los candidatos obvios", recalcó en una entrevista con el canal de televisión británico Sky News. También la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, respaldó indirectamente a Lagarde el pasado martes al sugerir que el nuevo director del FMI debería ser europeo y mujer.

Preguntada por su propia candidatura, Lagarde no quiso pronunciarse al respecto y solo dijo que era imprescindible "un candidato de consenso". No obstante, el respaldo del Ejecutivo de Sarkozy es total, como muestra el apoyo hecho público desde distintos ministerios. Otro de los nombres que sonó ayer con fuerza fue el de Gordon Brown, ex primer ministro británico. Sin embargo, Vince Cable, ministro para la Empresa, lo descartó al señalar que, dada la magnitud de la crisis económica europea, "se necesita una persona que entienda los problemas internos de la zona euro".

Los tres últimos directores han dejado el cargo antes de tiempo

Desde que Michel Camdessus decidió jubilarse en 2000 y dejar la presidencia del FMI tras más de trece años de servicio, ninguno de los tres europeos que le ha sustituido en el cargo ha logrado completar su mandato, aunque siempre por distintos motivos.El sucesor de Camdessus fue el alemán Horst Köler, que fue designado tras el rechazo de Estados Unidos al alemán Caio Kai Koch-Weser. Este candidato fue descartado por la Administración Clinton al considerarlo poco adecuado. Köler dejó la dirección de forma anticipada en marzo de 2004, tras haber sido propuesto como candidato de la coalición conservadora liberal (CDU-FDP) para la presidencia de Alemania. Köler se mantuvo en ese cargo hasta 2010, fecha en la que presentó su dimisión por sus críticas a la participación de Alemania en la guerra de Afganistán.A Köler le sustituyó en 2004 al frente del fondo Rodrigo Rato, quién también abandonó de forma prematura el cargo en 2007 aduciendo razones personales. Seis meses después de su renuncia se incorporó a la división internacional del banco de inversión Lazard y a principios de 2008 fue nombrado consejero de Banco Santander. Y, por último, Dominique Strauss-Kahn tampoco ha agotado su mandato, que expiraba el 1 de noviembre de este año.

Los nombres que más opciones tienen

Christine Lagarde. Ministra de Economía de Francia. Si el sucesor de Strauss-Kahn acaba siendo europeo, podría convertirse en la primera mujer al frente del FMI. En su contra juega el hecho de ser de la misma nacionalidad que el recién dimitido. A su favor, su buena reputación en Estados Unidos, donde fue presidenta de Baker McKenzie.Axel Weber. Expresidente del Bundesbank. Es otra de las opciones europeas que se barajan. Presidió el Bundesbank entre 2004 y 2011 y fue miembro del Consejo de Gobierno del BCE. Su nombre ya sonó como posible sustituto de Jean-Claude Trichet. Actualmente se dedica a su cátedra de Economía en la Universidad de Chicago.Kemal Dervis. Exministro de Economía de Turquía. Se le considera el candidato mejor situado en caso de que el puesto no recaiga en un europeo. Fue vicepresidente del Banco Mundial y ocupó la cartera de Economía en su país en 2001. Se le atribuye el haber sacado con éxito a Turquía de la dura crisis financiera de ese año.Trevor Manuel. Exministro de Economía de Sudáfrica. Manuel pasó de activista político durante el apartheid a ministro de Economía con Mandela. Aclamado en su país por haber logrado atraer inversión extranjera en los años 90, anclando la transición política, hace tiempo que suena para presidir tanto el FMI como el Banco Mundial.Arminio Fraga. Expresidente del Banco Central de Brasil. Fraga es respetado por su gestión de la crisis brasileña de principios de siglo. Ha trabajado seis años para George Soros, dirigiendo su fondo de inversión. Sus conexiones con los hedge funds y su falta de simpatía con el actual Gobierno brasileño le restan fuerza a su candidatura.Mark Carney. Gobernador del Banco Central de Canadá. La proverbial neutralidad canadiense, que tradicionalmente ha servido para unir posiciones de regiones encontradas, es su mayor baza. A sus 46 años, es también el más joven de los candidatos. Con todo, sus 13 años en Goldman Sachs pueden jugar en su contra.

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