Pfizer traslada a España parte de su producción de salud animal
La fábrica de Olot asumirá una decena de productos provenientes de EE UU y Holanda tras la compra de Wyeth
Para Pfizer el futuro de esta planta puede ser muy importante". Así piensa Jordi Jornet, director de la fábrica que la multinacional farmacéutica tiene en Olot (Gerona) para la fabricación de productos de salud animal. Y de hecho, parece que las decisiones provenientes de EE UU le van a dar la razón. La compañía prevé trasladar a España la producción de cuatro o cinco fármacos para el mercado norteamericano y otros seis o siete procedentes de la factoría holandesa.
La causa estriba en que las autoridades de competencia obligaron a Pfizer a deshacerse de algunos activos tras la fusión con Wyeth, propietaria de la división Fort Dodge de salud animal (a la que pertenecía la planta gerundense). Así que durante estos meses, la matriz ha reorganizado la producción y trasladará a España nuevos productos para el mercado internacional. Entre los que se fabricarán en Olot, el más importante será Equest, un antiparasitario para equinos que ya se produce en la planta, pero que ahora se preparará también para el mercado estadounidense.
Además, desde la dirección de la factoría española se espera que esto pueda suponer un espaldarazo para la I+D propia y para la actividad de control de calidad de la fabricación, que actualmente se realizaba en Holanda y que ahora podría pasar a España.
El centro cuenta con las máximas calificaciones europeas para la I+D
"El ejemplo del Zulvac nos ha dado mucha credibilidad frente a Pfizer, ya que ante al virus de la lengua azul fuimos capaces de desarrollar de forma muy rápida una vacuna", cree Joan Plana, director de I+D de la fábrica. "Para nosotros es un orgullo ser un centro de referencia mundial".
La llegada de estos productos puede hacer que la planta gane en nuevos puestos de trabajo. En la actualidad cuenta con 201 empleados y factura 75 millones de euros.
Un mercado global
El mercado de la farmacia veterinaria en el mundo se aproxima a los 15.000 millones de euros, según explica Juan Carlos Castillejo, director de la Unidad de Salud Animal de Pfizer. Esta firma estadounidense lidera el sector con ventas mundiales cercanas a los 2.600 millones (130 millones en España), seguido de las divisiones de Schering-Plough, Merial, Lilly y Bayer. Un mercado que en España, en los últimos tres años, ha sufrido mermas de entre un 3% y un 6% anualmente.
En el último año, Pfizer ha ido adquiriendo pequeñas empresas especializadas para ganar cuota de mercado y desarrollar nuevos productos, como son la firma Microtek (piscícola), Embrex (de vacunas avícolas), Synbiotics (de diagnóstico), Vetnex (genéricos), Epitopix (vacunas) y Catapult/Bovigen (marcadores genéticos).
Como sucede con la salud humana, las fusiones de empresas del sector han provocado profundas reestructuraciones y cierres de plantas en numerosos países. Por eso, la factoría gerundense, que procedía del pez pequeño en la fusión, ha procurado convencer a la matriz de su capacidad investigadora y de producción.
El centro está preparado actualmente para distintas operaciones de productos biológicos (vacunas), farmacológicos (inyectables, orales y tópicos, geles, inyectables para EE UU), control de calidad y la parte de I+D. En farmacia desarrollan 69 productos (en 415 diferentes presentaciones) y 17 biológicos (en 83 presentaciones).
Para Castillejo, el futuro de la fábrica pasa también por ser capaces de dar respuesta en I+D a las nuevas enfermedades y otras reemergentes (que habían desaparecido de Europa y que ahora vuelven, como la patología de la lengua azul).
Una planta frente a las fusiones
La planta de Olot se ha mantenido como una aldea gala frente a los romanos, sobreviviendo a diferentes fusiones a lo largo de la historia.En 1955 se crearon allí los Laboratorios Sobrino, que pronto ocuparon una masía de 1884 y que actualmente es el edificio administrativo de la filial. En 1986, Cyanamid compró la empresa. En 1994 pasó a ser parte de American Home Products-Wyeth, concretamente de su filial Fort Dodge de salud animal. Y en 2009 fue absorbida por Pfizer."Nuestra historia de investigación ha sido una historia de lucha contra las fusiones y adquisiciones. A las compañías estadounidenses, en general, no les gusta tener centros de I+D fuera de Estados Unidos", señala Joan Plana, por lo que se muestra satisfecho de que, aparte de la producción, la I+D vaya a continuar en Olot.Este centro es uno de los pocos en Europa que cuenta con un laboratorio con la calificación BL3, es decir, que tiene capacidad para investigar con microorganismos que requieren un alto nivel de contención, y dispone de 15.800 metros cuadrados de laboratorios.Sin embargo, no todo fue según lo esperado. Fort Dodge había construido un nuevo edificio para la fabricación de productos biológicos en Olot, pero Pfizer paralizó el proyecto. Ahora el edificio está vacío y la multinacional estudia nuevos usos para la nave.
En cifras
Pfizer Animal Health destina alrededor de 210 millones de euros a inversión en centros de investigación, lo que supone un 9% de sus ventas."El objetivo de este año es alcanzar el reto de los 4.000 millones de dólares (2.800 millones de euros) de facturación, algo que ninguna compañía de salud animal ha logrado", resalta Juan Carlos Castillejo, el director de la división en España.Con datos de noviembre de 2010, el mercado de farmacia veterinaria se redujo un 3%, igual que en 2009. El año pasado, la contracción fue de un 6%, frente a los últimos ejercicios, que había crecido a ritmos cercanos al 10%, según datos de Veterindustria.