La UE pone en marcha la revisión de Schengen pedida por Francia e Italia
Los ministros de Justicia e Interior de la UE acordaron ayer revisar el acuerdo de Schengen para fortalecer los controles fronterizos externos y ampliar la posibilidad de restablecer los internos. Dinamarca confirmó su intención de someter a control sus fronteras con Suecia y Alemania sin recibir ninguna crítica.
La reunión no contó con la presencia del ministro español, Alfredo Pérez Rubalcaba, que se desplazó a Lorca tras el terremoto que el miércoles sacudió a la localidad murciana. Rubalcaba delegó en secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y la secretaria de Estado de Inmigración, Ana Terrón. Ambos encajaron, como cabía esperar, la frustración de comprobar que la tesis española de no revisar Schengen se quedaba en dramática minoría.
Francia e Italia lograron que saliera adelante su propuesta para revisar el acuerdo actual, que solo permite el implantación de controles fronterizos internos "si existe una amenaza grave para el orden público o la seguridad interior". El ministro francés de Interior, Claude Guéant, cantó victoria después de que la puesta en marcha de la reforma se aprobase "casi por unanimidad". En contra, según fuentes comunitarias, solo se mostraron España, Bélgica y Malta.
El proyecto de reforma se concretará el próximo mes, aunque la Comisión Europea ya ha adelantado su intención de que se puedan volver las fronteras internas tan pronto como un socio se muestre incapaz de controlar su flujos migratorios. La comisaria europea de Justicia, Cecilia Malmström, expresó ayer su deseo de que la instalación de los controles se decida a nivel comunitario (es decir, en Bruselas), pero la mayoría de los países se mostraron partidarios de que siga siendo una decisión de los gobiernos.
El presidente de turno del Consejo de Ministros, el húngaro Sandor Pinter, aseguró que "el restablecimiento de los controles solo se permitirán cuando se cumplan unas condiciones muy estrictas en las que todos estemos de acuerdo".
Pero ayer mismo se comprobó en el Consejo que las posibles causas para someter de nuevo a control las fronteras podrán ser bastante vagas. Los ministros aceptaron sin rechistar el anuncio de su colega danés, Soren Pind, sobre la nueva vigilancia en las fronteras de Dinamarca con Suecia y Alemania. Todos, incluidos los representantes españoles, acogieron con alivio el compromiso de Soren de que se tratará de una revisión "aduanera" sin pedir los pasaportes ni datos personales. Nadie le preguntó cómo se revisa un vehículo sin identificar previamente a los ocupantes.
Por primera vez se restablece un control permanente
El acuerdo de supresión de fronteras firmado en Schengen entró en vigor en 1995. Desde entonces, los controles fronterizos se han restablecido decenas de veces en algún país, pero siempre de manera temporal y por alguna causa concreta, como la visita a Luxemburgo en 2000 del entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, o la boda del príncipe Felipe en Madrid en 2004.Dinamarca, sin embargo, ha decidido reconstruir sus puestos fronterizos y aplicar controles sistemáticos. La decisión parece violar el Reglamento comunitario, que limita a 30 días la recuperación de las fronteras y solo en caso de amenaza grave de la seguridad. La norma incluso exige que se eliminen los obstáculos al tráfico en los cruces de países, incluidos los límites de velocidad que no respondan a razones de seguridad vial.
La cifra
25.000 personas huidas del conflicto magrebí han dado a Bruselas la excusa para endurecer el acuerdo de Schengen en línea con lo exigido por París.