_
_
_
_
Reino Unido

Los liberales británicos acusan el mayor desgaste tras 12 meses de recortes

El Banco de Inglaterra empeora la previsión de PIB e inflación para este año

Hace justo un año se escenificó en el patio trasero de Downing Street, en el llamado Jardín de las Rosas, la inusual unión de conservadores y liberal-demócratas en una coalición de Gobierno, una rareza en la política británica no vista desde hace siete décadas. Doce meses después, la coalición entre el primer ministro David Cameron y el liberal Nich Clegg vive su momento más delicado. Los liberal-demócratas acaban de perder gran parte de su autoridad (700 concejalías) tras su derrota en las elecciones municipales del 5 de mayo.

Además, en los mismos comicios los británicos rechazaron en referéndum un cambio en el sistema electoral, puesto como condición por los liberales para gobernar de la mano de los conservadores.

Analistas británicos auguran ahora que van a crecer las tensiones dentro del Gobierno porque los liberales tendrán que oponerse más a los conservadores si quieren reconquistar a su electorado. "Los días del Jardín de las Rosas han terminado" asegura el ex líder liberal Paddy Ashdown. Y es que el cambio del sistema electoral era un objetivo estratégico para los liberales y su rechazo por casi el 70% de los votos formula serias dudas sobre su planteamiento táctico.

Nick Clegg reconoce que el resultado de las elecciones es un "gran golpe" para su partido que, una vez en el poder, ha dejado de representar el voto alternativo. "Está claro que en Escocia y Gales, las grandes ciudades del norte hay gran ansiedad por los planes de reducción del déficit que hemos tenido que llevar a cabo y hemos cargado con la culpa", asegura. Hay que recordar que en este año el ministro de Finanzas, el conservador George Osborne aplicó un recorte de 7.260 millones de euros (6.243 millones de libras) en la Administración para reducir su abultado déficit.

Mientras tanto, durante los primeros 365 días de legislatura el partido que pasó 13 años en el poder se ha dedicado a renovar su fachada. Al frente del laborismo un joven de la nueva guardia, Edward Miliband, ha sustituido a Gordon Brown y se está beneficiando de la pérdida de confianza de los liberal-demócratas.

Pese a la crisis de Gobierno que termina con la luna de miel de la coalición, ministros tories y liberal-demócratas insisten en que lograrán apartar sus diferencias para seguir gobernando codo con codo. La batalla por la reforma en el Sistema de Salud Nacional dará las claves de cómo se recompondrá el Gobierno. Los liberal-demócratas exigen numerosos cambios en los planes de Cameron para apoyar la reforma y Clegg ha amenazado con vetarla si no se introducen. Los tories prevén, entre otros, recortes en las prestaciones gratuitas de los ciudadanos.

Mientras tanto, el Banco de Inglaterra empeoró ayer sus previsiones macroeconómicas para Reino Unido. Ahora estima que el PIB crecerá tres décimas menos (el 1,7%) y la inflación se colocará en el 5%, un punto por encima de su situación actual.

Archivado En

_
_