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Serios errores

La banca británica dota más de 5.000 millones para indemnizar a clientes

Barclays, Lloyds y HSBC asumen malas prácticas en seguros de pago

Las malas prácticas bancarias están pasando una costosa factura a la banca británica, que ha reconocido serios errores en la venta de los seguros de protección de pagos que vendió junto con préstamos e hipotecas.

La Financial Services Authority (FSA), equivalente al Banco de España y la CNMV en su vertiente supervisora, ya había advertido de las irregularidades en la comercialización de estos productos. Y la semana pasada, una sentencia judicial falló en contra de la banca. Podrían tener que devolver a sus clientes más de 8.000 millones de libras (unos 9.150 millones de euros), según Bloomberg y Reuters. Ayer, las entidades financieras aseguraron que no discutirán la sentencia y ya han comenzado a provisionar cantidades ingentes de dinero para hacer frente a los potenciales pagos.

Barclays ha provisionado 1.000 millones de libras (1.136 millones de euros); Lloyds, 3.200 millones de libras (3.650 millones de euros); y HSBC, 440 millones de dólares (310 millones de euros). "No siempre hacemos bien las cosas", ha asegurado Robert Diamond, consejero delegado de Barclays, en un comunicado recogido por Bloomberg. "Cuando estamos equivocados, pedimos disculpas y tratamos de arreglar el problema", ha añadido el ejecutivo.

Los seguros de protección de pagos (PPI, por sus siglas en inglés) se vendían como una fórmula para cubrir los pagos de un crédito en caso de desempleo. Pero se comercializaron también a trabajadores autónomos y a personas desempleadas. Obviamente, estos no han podido hacer ningún uso del producto, explica Reuters.

Salvando las distancias, en España el aluvión de reclamaciones tiene otro epicentro: los swap o productos para proteger las hipotecas de las subidas del euríbor.

Se vendieron durante 2007 y 2008 cuando el índice de referencia estaba inmerso en una espiral alcista que lo catapultó hasta situarse por encima del 5,5% en octubre de 2008 para después bajar de manera abrupta ante las medidas excepcionales tomadas por el BCE.

El caso de los 'swaps' hipotecarios en España

De entre los productos que distribuyó la banca española, el que más problemas ha dado es el del contrato swap, que establece un tipo máximo. Si el euríbor se encarece por encima de ese nivel, la entidad está obligada a asumir el coste de ese diferencial. El problema surge a la inversa, ya que cuando cae el euríbor es el cliente quien debe abonar al banco la diferencia. Las demandas judiciales han sido muchas. Fuentes financieras afirman que "los demandantes aducen que no se informó ni de las características del producto, ni de sus efectos negativos, ni de los costes que llevaba aparejada su cancelación". La praxis de cada comercial será decisiva a la hora de determinar la culpabilidad de la entidad. "Es improbable que el Banco de España tome una decisión como la de la FSA", explican fuentes jurídicas.

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