La banca ve menos hipotecas y más caras si la vivienda saldara la deuda
Los bancos advirtieron hoy de que si se permitiera en España que la entrega de una vivienda sirviera para saldar una deuda hipotecaria, las entidades financieras se verían obligadas a conceder menos créditos, más caros, por menor importe y a un plazo de amortización más corto.
La Asociación Española de Banca (AEB) explicó a Efe que si se rebajan las garantías en los contratos hipotecarios, los bancos tendrían que incorporar en el precio de las hipotecas el mayor riesgo que asumen.
De esta forma se endurecerían las condiciones para el 97% de las familias que atienden puntualmente el pago de sus préstamos para adquirir viviendas, es decir, "los buenos pagadores serían los más perjudicados por un cambio legal en este sentido".
En los últimos meses se ha empezado a hablar de la conveniencia o no de permitir que la entrega de las llaves de una vivienda sirva para saldar una deuda hipotecaria con una entidad financiera, algo que se permite en otros países como Estados Unidos.
Además, la presidenta de Madrid y candidata a la reelección, Esperanza Aguirre, anunció hoy que si gana las próximas elecciones promoverá un nuevo contrato de "hipoteca pura" en el que conste que el firmante únicamente respondería a la deuda con la propiedad de la vivienda y no con otros bienes.
Una medida que no gusta a la banca, aunque están "convencidos" de que hay que encontrar soluciones para el 3% de las familias que no pueden pagar sus hipotecas y viven situaciones de "extrema gravedad".
Los bancos reconocen que pueden colaborar y de hecho ponen como ejemplo que siempre tratan de dar soluciones a sus clientes cuando están en una situación delicada, por ejemplo renegociando el préstamo, y el inmueble sólo se embarga como último recurso.
Y añaden que en ese caso, los bancos valoran la situación del deudor y si se presenta una situación "clara y real de insolvencia" tratan de mitigar "al máximo" las actuaciones para cobrar la deuda.
Por eso, recuerdan que los clientes pueden abordan de nuevo el problema con su entidad para encontrar una solución satisfactoria para ambas partes, aunque con ello la deuda no se considera técnicamente saldada.
La realidad es que en esas ocasiones el préstamo se mantiene vivo en previsión de que pueda cambiar la situación financiera del deudor y se buscan alternativas como que el cliente permanezca en la vivienda ejecutada en régimen de alquiler a un precio módico.