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Analiza el rescate portugués mientras se aviva el fuego de Grecia

El bombero de Bruselas no da abasto

La Comisión Europea analiza hoy en Lisboa el acuerdo para el préstamo de 78.000 millones de euros, a cambio de un duro programa de ajuste. Y lo hace mientras, a contrarreloj, se busca una solución para la crisis griega, con Irlanda en el horizonte y el riesgo de contagio a otros países. El bombero no da abasto.

A principios de los años 80, Nintendo lanzó los primeros videojuegos portátiles, llamados entonces "maquinitas". Estaban a años luz de la tecnología actual, que la marca japonesa ha llevado a las tres dimensiones, pero eran incluso más adictivas. En una de ellas, un pequeño personaje de tinta (las pantallas no tenían píxeles, sino manchas presituadas) se afanaba por apagar un incendio echando cubos de agua sobre los distintos focos. El problema (lo que hacía tan adictivo al juego) era que las llamas se reproducían en distintos niveles con renovado vigor, incluso cuando el jugador pensaba que ya tenía controlada alguna parte del incendio.

A ese mismo problema se enfrenta estos días la Unión Europea. Cuando se cumple un año del plan de rescate a Grecia, que generó una ola de ajustes también en países como España, el bombero no da abasto. El pasado otoñó se unió al rescate Irlanda, y hace pocas semanas lo hizo Portugal. Compromisos de pago que superan largamente los 200.000 millones de euros, entre la UE y el FMI, y que no parecen servir, sin embargo, para calmar los focos.

El de Grecia, que parecía encauzado, se ha recrudecido un año después, en medio de las dudas de los mercados respecto a si el país podrá volver a financiarse por sí solo a partir del próximo enero. Dudas elevadas, por lo que parece: las obligaciones a dos años se pagan ya por encima del 25% de interés.

Mientras se discute un plan de emergencia para sofocar esa nueva llamarada (y que podría tener forma de reestructuración de los compromisos de deuda), Bruselas no puede dejar de mirar hacia Lisboa, porque el plan de rescate de 78.000 millones está pendiente de "flecos" tan poco desdeñables como la determinación del tipo de interés a aplicar.

Un grupo de comisarios, capitaneado por el titular de Economía, Olli Rehn, analiza hoy in situ el acuerdo técnico, que incluye recortes de derechos laborales y prestaciones sociales, así como subidas de impuestos como el IVA. El programa de rescate no se hará efectivo al menos hasta la próxima semana, cuando se reúnan los ministros de Finanzas en Bruselas. Rehn comparece hoy a las 13:30 para explicar los progresos, aunque seguramente lo haga con un ojo puesto en Atenas. Motivos para la esquizofrenia.

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