El rescate financiero de Portugal prolongará su recesión hasta 2013
El duro plan de ajuste fiscal que deberá llevar a cabo Portugal para recibir de la UE y el FMI los 78.000 millones pactados de ayuda financiera costará al país vecino no poder abandonar la recesión económica hasta 2013.
Cuando hace tres días el primer ministro portugués, José Sócrates, anunció un acuerdo bueno con la UE, el FMI y el BCE "bueno" para su país, todos los analistas coincidieron en que había que esperar a ver los detalles del mismo para comprobar esta supuesta bonanza. Ayer, los negociadores dieron todos los detalles técnicos del mismo y admitieron que el esfuerzo que deberá llevar a cabo la economía portuguesa en contención de gasto, supondrá que no pueda abandonar la recesión hasta 2013 y llevar el paro al 13% de la población.
El monto del rescate, pactado con el Gobierno luso, será finalmente de 78.000 millones de euros en tres años. Del total, 52.000 millones corresponderán a los europeos (UE y BCE) y 26.000 millones, al Fondo Monetario Internacional. A España le corresponderá avalar 5.000 millones de la ayuda a Portugal. Lisboa deberá pagar un interés de entre el 3,25% y el 4,25% por el tramo de los préstamos procedentes del FMI, mientras que la UE todavía no ha fijado el tipo de sus créditos.
Como contrapartida de la ayuda, Portugal se compromete además a aplicar -gane quien gane las elecciones del 5 de junio- un "duro" programa de ajuste para rebajar el déficit al 3% en 2013.
El plan incluye la congelación del sueldo de los funcionarios hasta 2013, la reducción de las pensiones más altas y de las prestaciones por desempleo, recortes en sanidad y educación, disminución del número de ayuntamientos, paralización de grandes obras públicas y privatización de empresas como las energéticas EDP y REN o la aerolínea TAP.
El rescate debe ser aprobado ahora por los ministros de Economía de la UE en la reunión del 16 de mayo, en la que se decidirá también el tipo de interés. La gran incógnita es la postura que adoptará Finlandia después de que el partido euroescéptico Verdaderos Finlandeses, que se opone a los rescates, se convirtiera en la tercera fuerza política en las elecciones de abril.
El negociador de la Comisión Europea, Jürgen Kröger, aseguró ayer que el plan de ajuste "no es más suave" que el aplicado a Grecia o Irlanda, los otros dos países de la eurozona que ya han sido rescatados, ya que exige una reducción del déficit de un 5% en 2011 y de otro 5% en los dos años siguientes. No obstante, resaltó que se trata de un programa "muy diferente" porque incluye muchas reformas estructurales en sectores como el judicial, la vivienda o el mercado laboral. "No puede decirse que no vaya a ser doloroso. Tendrá un coste en términos de crecimiento económico. Reducirá los ingresos durante los dos primeros años por la previsible contracción de la economía", admitió por su parte el representante del FMI, Poul Thomson. El ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, confirmó que la economía portuguesa se contraerá un 2% este año y en 2012 por las nuevas medidas de ajuste.
Recapitalización de la banca lusa
La asistencia técnica a Portugal incluirá un paquete de 12.000 millones para recapitalizar el sector bancario. La UE y el FMI quieren que los bancos portugueses alcancen un nivel de capital básico del 9% a finales de este año y del 10% en 2012. Tanto la recapitalizacón de la banca lusa como el plan de ajuste fiscal fue recogido ayer con agrado por Jean-Claude Trichet, presidente del BCE. Trichet se mostró especialmente satisfecho por los objetivos de reducción de déficit fiscal, "Este programa contiene los elementos necesarios para lograr la estabilización sostenible de la economía portuguesa", afirmó. Desde Bruselas, la satisfacción también es evidente. "Aparte del ajuste económico deseábamos un compromiso firme de los principales partidos de la oposición para que, sea cual sea el resultado de las próximas elecciones, el programa no se vuelva a renegociar", detalló a Efe Amadeu Altafaj portavoz del la Comisión Europea en Asuntos Monetarios. Ese compromiso ya lo tienen por parte del conservador PSD, partido mayoritario de la oposición.