La deuda no impide la caída del Ibex
La mejora de la deuda española no ha sido suficiente para el Ibex. El selectivo español se ha dejado llevar por la tendencia bajista imperante en Europa y ha cerrado con una pérdida del 0,48 %.
La deuda periférica ha vivido una sesión tranquila. Tranquilidad que se ha tornado en calma para los periféricos cercanos, esa nueva categoría que creó JP Morgan para impedir que España saliese del vagón de los países problemáticos. Tras varias jornadas de tensión en la que los inversores han castigado la deuda nacional por temor a una reestructuración griega, las aguas han vuelto a su cauce. El diferencial del bono español a diez años respecto al alemán, utilizado como referencia, ha perforado la barrera de los 200 y se ha situado en los 197 puntos básicos. Sin embargo, esta mejora no ha sido suficiente para el Ibex, que ha cerrado en los 10.825 enteros con un descenso del 0,48 %.
Como ya ocurriera con la captura de Sadam Hussein, el asesinato de Bin Laden no ha conseguido los efectos previstos. Los principales analistas apuntaban a que ayer iba a ser una jornada en la que las ganancias dominasen los mercados, pero la inestabilidad política y los temores a posibles represalias pesaron más en la mente de los inversores. Hoy la cosa no ha sido muy diferente. Wall Street, el principal beneficiado por la desaparición del líder de Al Qaeda, cotiza plano mientras que en el Viejo Continente se ha impuesto la tendencia bajista.
Asimismo, las materias primas recuperan las subidas que vieron interrumpidas ayer. La plata, que ayer retrocedió un 4%, aunque llegó a registrar descensos del 13% a lo largo de la sesión, ha repuntado levemente y la onza se cambia a 43,9 dólares. En jornadas pasadas este metal marcó máximos de 1980 debido a la especulación. Por su parte, el oro sigue el ejemplo y se cambia a 1.547 "billetes verdes". La única excepción es el petróleo, el barril de Brent cotiza levemente a la baja, acomodado en los 123 dólares frente a los 125 en los que cerró ayer.
Mientras tanto, el euro sigue siendo el actor protagonista en el mercado de divisas. La moneda comunitaria no para de subir, aprovechándose de la debilidad de un dólar que no reacciona a los estímulos de la Reserva Federal. Ya se empiezan a acariciar los 1,49 dólares, niveles desconocidos desde finales de 2009 y nadie es capaz de prever donde terminará esta escalada.