Blatter: mil millones de dólares para combatir la corrupción en la FIFA
El congreso anual de la FIFA elegirá presidente el próximo 1 de junio. El actual, Joseph Blatter, intenta convencer así a sus miembros para ser reelegido y comenzar su cuarto mandato. No acostumbrado a la competencia, deberá competir en esta ocasión con el multimillonario catarí Mohamed bin Hammam, cuyos apoyos en las federaciones asiáticas pueden hacer caer a Blatter.
El presidente de la FIFA ha prometido invertir 1.000 millones de dólares en el desarrollo del fútbol y en combatir la corrupción en el organismo. Los supuestos casos de compra de votos, hechos públicos durante la elección de las sedes mundialistas de 2018 y 2022, siempre fueron negados por Blatter, pero en cambio sí supusieron la suspensión de dos miembros de Comité Ejecutivo de la FIFA, el nigeriano Amos Adamu y el francés Reynadl Temarii.
En un comunicado que ha hecho llegar a los miembros de la asamblea del organismo y que recoge Bloomberg, Blatter defiende que su gestión en estos últimos doce años ha salvado de la bancarrota a la FIFA, y promete combatir los que considera como máximos enemigos del fútbol: la corrupción, el dopaje y el amaño de partidos. Esta asamblea deberá elegir a su presidente el próximo 1 de junio, y elegirá entre el propio Blatter y el multimillonario catarí Mohamed bin Hamman. Uno de los cargos más importantes dentro del deporte mundial, teniendo en cuenta que su competición más importante, la Copa del Mundo, es el evento deportivo más visto del mundo, sólo a la altura de los Juegos Olímpicos.
En el año 2010, cuando se celebró la Copa del Mundo de Sudáfrica, la FIFA tuvo un resultado neto de 202 millones de dólares, con unos ingresos de casi 1.200 millones relacionados con la competición. Además, Blatter asegura que la organización posee unas reservas de caja de 1.000 millones de dólares, así como unos ingresos asegurados de 3.400 millones en derechos de televisión a largo plazo y patrocinadores para el mundial de 2014.
En la carrera por la presidencia Blatter tendrá que competir con Mohamed bin Hamman, que ha hecho fortuna gracias a la construcción en todo el Golfo Pérsico y que apoyó al suizo en su primera elección. Ahora se enfrenta a él con posibilidades de acceder al cargo, gracias a los apoyos que podría estar recogiendo de las federaciones asiáticas.