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Controla 330.000 hectáreas y ya es el mayor dueño de suelo cultivado en el país

Bañuelos compra el grupo Vanguarda para crear un imperio agrícola en Brasil

Enrique Bañuelos, fundador de la antigua inmobiliaria Astroc, cambia de colores. Desde un mundo blanco y gris del cemento en España, el inversor está construyendo un imperio verde. Su principal empresa brasileña del sector agrícola, Brasil Ecodiesel, ha firmado en los últimos meses contratos de fusión con dos de las mayores compañías del sector en el país suramericano.

La última operación se formalizó ayer, con la adquisición de la productora agrícola Vanguarda. Ahora, el empresario valenciano participa en un holding que tiene 330.000 hectáreas y ya es el mayor dueño de tierras cultivadas en Brasil.

Según un hecho relevante enviado en la madrugada de ayer por Brasil Ecodiesel a la Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil, la empresa de Bañuelos se ha hecho con el control del grupo Vanguarda, a través de una operación valorada en 1.200 millones de reales (alrededor de 530 millones de euros). Según el comunicado, la nueva compañía tiene un valor de mercado de casi 1.000 millones de euros.

La nueva compra de Bañuelos se ha materializado a través de una combinación de intercambio accionarial y pago en metálico.

En el país piden que la inversión de Bañuelos no sea especulativa

Marcelo Paracchini, presidente del holding de Bañuelos en Brasil, el Grupo Veremonte, explicó ayer a CincoDías que, con el cierre de la transacción y la aprobación de las autoridades de la competencia, Brasil Ecodiesel será dueña del 100% de las acciones de Vanguarda. A cambio, la familia Piveta (fundadora de Vanguarda) tendrá un 37% de Brasil Ecodiesel.

Con la operación, la empresa de Bañuelos pasará a controlar una empresa que tiene 230.000 hectáreas en la región con fuerte actividad agrícola de los Estados de Mato Grosso y Bahía. Vanguarda tiene presencia en el sector de la soja, pero también trabaja con maíz, algodón, ganado, cerdos y producción de aceite.

En mayo de 2010, Bañuelos cerró otra importante operación que le permitió tomar el control del grupo Maeda que trabaja desde hace más de 80 años en Brasil.

El objetivo de Enrique Bañuelos está centrado en el potencial que atesora América Latina, en especial las tierras brasileñas, en el mercado agrícola. Actualmente, el país es uno de los principales productores del mundo. Y en los últimos años, con la subida de los precios internacionales de las commodities, las exportaciones se han visto muy favorecidas. La mayor demanda de productos alimenticios la generan los propios mercados emergentes, como China e India. Además, la ascendente producción de biocombustibles también aumenta la demanda por la soja.

Ahora, con la suma de Maeda y Vanguarda, el inversor valenciano controla 3.300 kilómetros cuadrados cultivados (330.000 hectáreas), una superficie más grande que la provincia de Álava que tiene 3.037 kilómetros cuadrados. El segundo mayor productor brasileño SLC Agrícola, tiene 2.300 kilómetros cuadrados en propiedad.

Para el presidente de la Asociación de los Productores de Soja de Brasil (Aprosoja), Glauber Silveira, los negocios de Bañuelos son resultado de la buena situación económica brasileña y también del momento positivo del mercado agrícola internacional. "Pero es necesario prestar atención a la operación, porque no puede ser una inversión especulativa. Estamos hablando de alimentos y no de un producto financiero", explicó.

Con las dos adquisiciones, Brasil Ecodiesel ha cambiado su actividad. Cuando Bañuelos llegó, la compañía operaba casi exclusivamente en el sector de biocombustibles. Sin embargo, tras las compras, la empresa amplía su rango de actuación y su actividad pasa a ser principalmente la producción y procesamiento de soja.

Todas las operaciones realizadas por Bañuelos mediante un complejo diseño societario han estado dirigidas desde la firma Veremonte, con sede en Londres. Esta sociedad londinense controla una empresa brasileña de inversión llamada Arion Capital.

Tras la construcción y la agricultura, la energía

Son grandes los planes de Enrique Bañuelos para Brasil. El empresario divide su tiempo entre Europa y este país, donde pasa una semana por mes. Marcelo Paracchini, mano derecha del valenciano, ha explicado que los ojos del inversor miran ahora al sector de la energía.Paracchini ha explicado que Bañuelos no controla la gestión diaria de las empresas adquiridas. "Está presente en las decisiones estratégicas, sin cargos ejecutivos".Además, el directivo valenciano posee el control de la inmobiliaria PDG Realty. Un estudio de la consultora Economática revela que la compañía fue la que generó mayor beneficio neto en el sector en 2010 en América del Sur: 473,9 millones de dólares. La cifra fue un 22% mayor que la estadounidense Walter Ind., que ganó 385,8 millones. De las diez constructoras latinoamericanas más rentables en 2010, siete son brasileñas.

Área cultivada

Con la compra de los grupos Vanguarda y Maeda, el inversor valenciano controla ya 3.300 kilómetros cuadrados cultivados en el interior de Brasil, un área más grande que la provincia de Álava, que tiene 3.037 kilómetros cuadrados.

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