Cajamar protagoniza la primera mutación de un SIP en una fusión tradicional
De fusión virtual a total. En el mundo bancario se da por descontado desde que empezó la reestructuración financiera que los sistemas institucionales de protección (SIP) apenas son la antesala de uniones más fuertes. Cajamar lo ratificó ayer al anunciar la asimilación de Caja Campo.
Las dos entidades habían fundado en mayo de 2009 el llamado Grupo Cooperativo Cajamar, paraguas que permitía a ambas mantener su personalidad jurídica al tiempo que se otorgaban apoyo mutuo. Esta fue la primera fusión virtual plenamente operativa y autorizada por el Banco de España. Al proyecto se sumaron desde el inicio las rurales de Casinos y Albalat, y más adelante, las de Petrer, Turís y Castellón.
Caja Campo ha optado por formar parte integral de la cooperativa almeriense, igual que hicieran la Rural del Duero en 2007 o Rural Balears el pasado año. Cajamar suma activos por 29.500 millones de euros, 4.445 empleados y 1.000 oficinas.