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Premium. Actualidad

La industria de lubricantes enfrenta la crisis con más calidad

Las ventas de aceites para el motor han caído un 20% desde 2008. Nuevos productos y mejor servicio liman la bajada

Si los coches actuales nada tienen que ver con los turismos de los años noventa, tampoco los aceites son los mismos. En apenas 20 años, la fabricación de vehículos se ha tecnificado tanto que los utilitarios se han convertido en pequeños (o grandes) robots. Los lubricantes no han tenido más remedio que acompañar esta sofisticación con aceites tan especializados como sus anfitriones. En 1995, el 9,7% de los aceites que se comercializaban en España eran sintéticos o semisintéticos. Hoy representan el 75% de las ventas, según cifras de la Asociación Española de Lubricantes (Aselube), la principal patronal del sector en España, que aglutina 20 empresas, las más potentes del mercado.

"Los coches actuales llevan mucha tecnología con un importante coste para el usuario. Los lubricantes están cada vez más dirigidos a una mecánica concreta", explica el secretario general de Aselube, Javier Poveda. Hace apenas 20 años, los motores eran mucho más sencillos, con menor exigencia de lubricantes de alta duración. El aceite del coche duraba entre 1.500 kilómetros y 3.000 kilómetros de rodaje. Hoy, no se cambia hasta los 10.000 o 15.000 kilómetros. "Por ello deben de tener muy alta calidad", añade Poveda.

La crisis está generando un efecto curioso en el mercado. Las ventas han caído un 20% desde 2008. "El sector está muy preocupado, pero poco se puede hacer", estiman desde Aselube. En este descenso se están manteniendo las ventas de aceites de mayor gama, es decir, sintéticos y semisintéticos. Los conductores necesitan alargar hasta el máximo la vida útil del vehículo, y el aceite es esencial para alcanzar este objetivo. Las empresas fabricantes también están respondiendo con ofertas de nuevos productos, un buen servicio y una mejor distribución.

Parte del secreto de un buen aceite reside en su capacidad para limpiar las cenizas de la combustión

El estancamiento de la economía también está acelerando una tendencia que ya se observa en los últimos años. La distribución opta cada vez más por vender lubricante a granel. De pequeñas latas de cinco litros, concesionarios y talleres han pasado a absorber cada vez más contenedores de 1.000 litros. El objetivo es reducir la generación de envases, ahorrando costes en toda la cadena, que al final repercute en los precios.

La calidad de los aceites no está regulada por ley. Se dicta desde París, donde está la sede de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA). La prestación de los lubricantes de motor se mide en función de la mezcla de la base de los aceites y del tipo de aditivos. La letra C engloba los de mayor calidad, y de ahí bajan hasta la letra A. Parte del secreto de un buen aceite reside en su capacidad para limpiar las cenizas que se generan en la combustión del motor, que en los coches diésel generan partículas en suspensión muy contaminantes.

El sector augura que el coche eléctrico empujará a la fabricación de nuevos aceites adaptados a las necesidades de estos vehículos. "Pero aún queda muy lejos", precisa Poveda.

La prioridad de los fabricantes es resistir al momento de crisis, que ha reducido drásticamente la demanda de aceites ligeros, como se conocen los lubricantes para turismos en la jerga del sector. En 2010, las ventas cayeron un 16% en automoción; un 6% los aceites industriales; el 3% los marinos y de aviación; un 25% los aceites de proceso, y un 4%, las grasas. En 2011 no se prevén subidas.

El usado, al mercado industrial

Los lubricantes de coches también deberían tener una segunda vida para evitar la proliferación de residuos. De la recogida de lubricantes para turismos se encarga el Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados (Sigaus), compuesto por las principales empresas fabricantes.El 50% de los aceites que se recogen tiene un segundo ciclo de vida como aceites industriales, sin volver a nutrir los turismos. La razón es que los productos sintéticos y semisintéticos necesitan una base muy estable, con una formulación determinada, que no tienen los lubricantes reciclados por haber sido mezclados.Sigaus gestiona la red de puntos limpios de recogida de aceites usados, repartida por centros especializados en toda España. Cada año se generan cerca de 200.000 toneladas de aceites industriales (automoción y maquinaria), muy contaminantes por la concentración de metales pesados y su baja capacidad de biodegradación. Su vertido afecta gravemente a la fertilidad de los suelos y al agua.Los estudios actuales arrojan que el aceite usado puede durar entre 10 y 15 años en la superficie del mar.

Las cifras

75% de los aceites que se co- mercializan son sintéticos y semisintéticos, frente al 9,7% de 1995.15.000 kilómetros aguanta hoy el aceite de un vehículo, frente a los 3.000 kilómetros de los coches más antiguos.16% cayeron las ventas de los aceites de automoción en el primer trimestre de 2010.1.000 litros de lubricante contienen los envases a granel, más utilizados hoy.

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