A la derecha del padre
Es hijo de uno de los personajes más relevantes de la escena empresarial española. Juan Villar-Mir cobra cada vez más protagonismo en el holding familiar
A la familia Villar Mir no le gustan las estridencias. El padre, Juan Miguel, ingeniero de Caminos, abogado, dos veces catedrático, político, primer ejecutivo, empresario, marqués de nuevo cuño y destacado miembro de la vida académica y cultural española; el hijo, Juan Villar-Mir de Fuentes, licenciado en Económicas y Empresariales, ejecutivo del holding familiar Grupo Villar Mir e implicado en proyectos de ayuda al desarrollo. Ni estridencias ni alardes, mientras hacen gala de idénticas maneras. Ni una sola mirada por encima del hombro. Una cortesía que no admite relajo alguno.
En la actitud pesan los orígenes, profesionales de clase media del patriarca, sin antecesores empresarios ni parientes ricos. Hoy, Grupo Villar Mir es un imperio. Una entidad con intereses en los sectores inmobiliario, ferroaleaciones, energía eléctrica, fertilizantes, construcción, concesiones, servicios. No hay secretos, tan solo "la gran suerte de tomar la presidencia de empresas que iban mal y sacarlas adelante", confesaba Juan Miguel Villar Mir en una entrevista a la revista de la Escuela de Organización Industrial.
A sus casi 80 años, sigue siendo la imagen de marca de la entidad. El pasado martes, sin embargo, todas las miradas se dirigieron a su hijo mayor y sucesor, Juan Villar-Mir de Fuentes. La principal división del grupo en cuanto a generación de cartera y Ebitda, OHL Concesiones, presentaba su evolución a los analistas. Allí, como un directivo más y desde la grada, Juan Miguel escuchó a su primogénito desgranar los planes de la compañía.
En enero de 2006, el empresario anunció que el sucesor era Juan. Desde entonces se viene hablando del relevo generacional. Su papel en la presentación se interpreta como un indicio de que el proceso sucesorio de la compañía toma velocidad. "Lo que valoro de Juan es que es una persona muy responsable, muy trabajador, muy íntegro y leal, gran conocedor de todo el mundo mercantil, de las empresas del grupo. Tenemos mucha suerte", ha dicho Villar Mir del hombre que le sucederá. Sin precisar fechas. "Queda mucho trabajo por hacer y seguiré en la empresa mientras aporte valor".
Juan Villar-Mir de Fuentes, 49 años, lleva casi 30 trabajando al lado de su padre. Es presidente de OHL Concesiones, vicepresidente de Fertiberia y vicepresidente y consejero delegado de Inmobiliaria Espacio, entre otros puestos de responsabilidad en el grupo. Se sienta en el consejo de administración desde 1996, órgano al que posteriormente se han incorporado sus dos hermanos, Álvaro y Silvia, y en el que se sienta el marido de esta, Javier López Madrid. El sector no tiene aún grandes puntos de apoyo para opinar sobre él. Pasó algo parecido con Rafael del Pino o José Manuel Entrecanales antes de que dieran el paso a la primera línea de gestión de sus imperios familiares. En este caso, cuando OHL se instaló en Torre Espacio, su padre empleó los tres primeros meses en recorrer todos los departamentos para saber de primera mano si los empleados estaban cómodos trabajando a más de 200 metros de altura. A Villar-Mir hijo le ven más distante, pero preparado. Los resultados -OHL Concesiones ha aportado el 74,3% del Ebitda y el 80,2% del Ebit del Grupo OHL durante 2010- hablan por sí solos de su gestión en equipo con el consejero delegado Juan Osuna.
Una de las lecciones aprendidas es que el dinero generado en el grupo se reinvierte en las empresas. Como empresario, Villar Mir padre ha predicado la austeridad con el ejemplo. Públicamente, ha criticado las altas retribuciones de otros ejecutivos. æpermil;l no cobra sueldo por los cargos que ostenta en sus empresas, cuenta con asignaciones procedentes de su etapa en el sector público y con su remuneración como consejero, que lleva unos años congelada. Tampoco Villar-Mir de Fuentes cobra por ejercer de vicepresidente del holding.
Otro de los valores adquiridos es el compromiso con la sociedad civil. Juan Villar-Mir es patrono de la Fundación Nantik Lum de microcréditos al desarrollo, un proyecto con el que colabora desde su fundación en 2003. La familia canaliza su mecenazgo desde la Fundación Juan Miguel Villar Mir, constituida en 2007. Entre los apoyos más conocidos, figura el otorgado al Real Madrid. El fundador del grupo disputó la presidencia del club blanco en 2006. Aquel fue precisamente el primer momento en que Villar Mir consideró ceder a su hijo el poder ejecutivo en las filiales industriales del grupo, Fertiberia y Ferroatlántica, si ganaba. Villar-Mir de Fuentes destaca también en los círculos merengues, lo que animó a Carlos Mendoza, presidente de la Asociación Valores del Madridismo, a solicitar su ayuda en la organización de determinados eventos. "Es un hombre polifacético y muy culto", señala. Casado con Cristina Palacios, padre de dos hijos, Juan Villar-Mir disfruta con el fútbol, pero es una afición más. Algunas caprichosas, como los coches antiguos; otras, sencillas, como las excursiones de fin de semana en bici de montaña. Su futuro: pedalear al frente de OHL.