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Domingo Jiménez Beltrán. Presidente de Retorna

"No entendemos por qué Ecoembes se opone al pago por reciclar"

Domingo Jiménez Beltrán fue el primer director de la Agencia Europea de Medio Ambiente, con sede en Copenhague, donde vivió y quedó maravillado por su conciencia ambiental. "Allí no se ve un solo envase en el suelo, porque vale dinero", explica este ingeniero industrial. Hoy preside la asociación Retorna, compuesta por sindicatos, organizaciones ecologistas y el gremio de recuperadores de Cataluña, fundada hace siete meses para impulsar en España la creación de un sistema de devolución y retorno de envases, que prevé la retribución al consumidor por reciclar.

¿Qué acogida está teniendo Retorna?

Con cierta animosidad, lo cual es positivo, y con alguna receptividad por parte de la Administración. En siete meses hemos conseguido que el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) esté presente en el debate de los residuos, tanto que ya preocupa al sector industrial.

¿Qué esperan de la Ley de Residuos?

Es positivo que se apruebe esta ley, aunque solo habilita este sistema, y nosotros empujamos para que sea obligatorio. Estamos en un planteamiento tan lógico que es inexorable por dos motivos: es necesario desligar el desarrollo al incremento del PIB y a los residuos y también que la mayor calidad de vida de los países industrializados debe estar asociada a más embalajes. Es necesario transformar los residuos en recursos.

Los organismos de gestión de envases dicen que el sistema de devolución y retorno no es necesario porque hoy ya se recicla el 70%.

Da igual que sea del 50% o del 70%. La posibilidad de abandono de los envases de gran consumo (refrescos, cerveza, agua, zumo) es 10 veces mayor sin el sistema de retorno. En Alemania, donde ya existe, solo se deja de recoger el 1,5% de los envases. Aunque la cifra de Ecoembes sea de un 70%, aún queda un 30% pendiente. No entendemos por qué se oponen a ello, así recogerían más y los residuos serían de mayor calidad, con lo cual su precio aumentaría. Por el aluminio se obtiene la mitad de precio por su mala calidad. Son más gastos, pero al final más ingresos.

¿Está el consumidor dispuesto a pagar más por los envases?

Las encuestas que hemos realizado nos indican que nueve de cada diez personas lo apoyaría, incluso que 16 céntimos les parecería razonable. Hoy el consumidor no termina de entender dónde debe tirar los envases y está desincentivado porque se favorece al incumplidor. Con el sistema de depósito, devolución y retorno se penaliza al que no devuelve, porque no recibe los 25 céntimos. Todo son ventajas: menores costes energéticos, mejor material y creación de hasta 26.000 puestos de trabajo.

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