Engañar como a un chino
Hoy Reuters, citando a fuentes anónimas, explica que el fondo soberano chino no invertirá 9.300 millones en el sector financiero español. Una noticia filtrada desde Moncloa y que pasada por la túrmix mediática, dejó de ser "China tiene 9.300 millones dispuestos a ser invertidos en España, posiblemente en las cajas" para convertirse en "China invertirá 9.300 millones en las cajas".
Una noticia directamente imposible que, más que tranquilizar al inversor, le inquieta. Aunque sea cierta. Porque, si de un par de reuniones y una cena de gala se sacan 9.000 millones para salvar las cajas la conclusión no puede ser buena. Ni siquiera hace falta pensar en las posibles contrapartidas, el mensaje está clarísimo: el mercado está cerrado y hay que ir a China a buscar dinero como sea.
Aunque pueda parecer lo contrario, el desmentido del fondo chino es una buena noticia, pues implica que todo sigue igual. Quizá Zapatero o Sebastián hayan arrancado algún compromiso financiero, y de hecho China ha sido un importante inversor en la deuda del Tesoro desde hace un par de años. Que China tenga dinero no significa que tiren el dinero. Y lo último que necesita el sector financiero español son inversores milagrosos, sino credibilidad. Para eso hace falta algo más que un par de reuniones y una cena, y patinazos como el de los 9.000 millones no ayudan.