El avance populista en Finlandia amenaza a Portugal
Además de los problemas económicos, Portugal tiene ahora otra amenaza: Finlandia. En los últimos días de campaña de las elecciones generales del domingo, el partido populista de ultraderecha Verdaderos Finlandeses (True Finns Party) ha aprovechado el descontento popular por la crisis para ganar terreno con un discurso contra la ayuda a los portugueses.
El líder de este grupo populista, el carismático eurodiputado Timo Soini, se ha esforzado durante toda la campaña en quitarse la imagen de ultraconservador. Sin embargo, su retórica tiene elementos nacionalistas, contra la Unión Europea y antiinmigración. Incluso, ha abierto las puertas de su partido a varios candidatos claramente xenófobos.
Los efectos de la crisis económica en Finlandia, único país nórdico de la eurozona, y el rescate europeo de los estados miembros al borde de la quiebra, y en especial de Portugal, han sido asuntos centrales del debate político durante la campaña electoral.
Los Verdaderos Finlandeses son los que más se oponen a que Finlandia vuelva a sacar la billetera, como ya hizo para socorrer a Islandia, Grecia e Irlanda, alegando que sus ciudadanos no tienen por qué pagar con sus impuestos las deudas de los gobiernos que no han sabido gestionar su propia economía.
Centristas y conservadores, principales socios de la coalición gubernamental, sin embargo, defienden la necesidad de acudir en ayuda de Portugal para garantizar la estabilidad de la zona euro y evitar una nueva crisis financiera, aunque exigiendo a Lisboa unos estrictos ajustes presupuestarios y privatizaciones.
Según las últimas encuestas, los Verdaderos Finlandeses podrían cuadruplicar su apoyo respecto a las elecciones generales de 2007, logrando el mayor avance de un partido en la historia finlandesa.