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Nuevo contrato del A-400M

El A-400M, un reto (casi) superado para Europa

El grupo EADS y los países impulsores del avión de transporte militar firman el nuevo contrato.

El A-400M, un reto (casi) superado para Europa
El A-400M, un reto (casi) superado para EuropaREUTERS

Los retos están para ser superados. Y este lo hemos logrado". El presidente de Airbus Military, Domingo Ureña, celebró ayer así la firma del nuevo contrato del A-400M, el avión de transporte militar europeo que fabrica la filial del grupo europeo EADS.

Tras más de dos años de negociaciones, Ureña y el director de la Occar (organismo que agrupa a los siete países impulsores del avión), Patrick Bellouard, ratificaron el nuevo acuerdo ante la mirada de la ministra española de Defensa, Carme Chacón. Como telón de fondo, trabajadores de la planta de Airbus Military en San Pablo (Sevilla) y un aparato A-400M.

El presidente de Airbus Military insistió en el potencial de la aeronave y en el esfuerzo de la empresa por cumplir con el nuevo calendario del proyecto, con la primera entrega del avión prevista para finales de 2012 o principios del próximo año.

El nuevo acuerdo supone que los países clientes, España entre ellos, asumen unos costes extras de 3.500 millones de euros respecto a los 20.000 millones pactados en 2003. De ellos, 2.000 millones de euros se derivan de un aumento del precio del 10% y el resto, de créditos que recuperarán mediante royalties asociados a la venta de aviones a nuevos clientes.

El acuerdo garantiza a EADS y Airbus Military la estabilidad necesaria para dar los próximos pasos. Porque, como recordó ayer el director general de Armamento francés, Laurent Collet-Billon, "volvemos del infierno pero todavía no estamos en el paraíso: quedan retos por delante".

Los objetivos inmediatos para la empresa pasan, primero, por cerrar la fase de ensayos del avión y lograr las certificaciones para entregar el primer A-400M a Francia en plazo; después, por lanzar la campaña de exportación para nuevos clientes, con los primeros contactos previstos para finales de año.

Nuevos mercados

Este es un punto clave, ya que la apertura de nuevos mercados permitirá a EADS rentabilizar el programa y a los países clientes recuperar los 1.500 millones de los créditos. Unos préstamos que no se devolverán por completo hasta se hayan vendido 300 nuevas unidades del A-400M, lo que llevará 20 años. La compañía europea espera cerrar los primeros contratos con nuevos clientes en un periodo de dos o tres años.

La firma del nuevo contrato pone fin (o casi) a los avatares de un programa que ha sido un dolor de cabeza para EADS. El A-400M ya nació lastrado. Cuando se cerró el acuerdo de 2003, el consorcio aceptó un contrato a precio fijo similar a los que su filial Airbus firmaba para los aviones civiles y un calendario excesivamente ajustado, de seis años. Algo inimaginable en un programa de esta envergadura.

Primero, porque ningún proyecto de nueva aeronave militar se presupuesta sin contar con posibles incrementos de costes y sin dejar un margen para el fabricante. Segundo, porque ningún programa similar se había desarrollado en menos de 10 años. Y tercero, porque a nadie se le había ocurrido antes lanzar un avión nuevo con un motor que, también, había que desarrollar desde cero.

Demoras y sobrecostes

La consecuencia de estas decisiones fue la acumulación de continuas demoras y unos sobrecostes desorbitados. El calendario de lanzamiento del aparato de transporte militar del grupo europeo se retrasó más de tres años, sobre todo por los problemas para certificar los nuevos propulsores y hacer funcionar el software que los controla.

Los imprevistos y los continuos cambios en las especificaciones por parte de los países provocaron que los costes extraordinarios alcanzaran los 7.800 millones, según constató la consultora PwC en 2009.

Esta auditoría disparó las alarmas y llevó al consorcio aeronáutico europeo a reconocer sus errores y a presionar a los países dueños del grupo EADS para que aceptaran renegociar el contrato. En juego estaban el A-400M, el futuro del propio grupo industrial y la continuidad de 10.000 empleos.

Tras meses de negociaciones, en marzo del pasado año la empresa aceptó asumir unos 4.200 millones de euros de los costes extraordinarios, pero exigió a los Gobiernos accionistas que hicieran frente a sus responsabilidades económica. Algo que, al final, se ha traducido en 3.500 millones de euros adicionales.

Un proyecto con un coste de 3.525 millones para España

El A-400M tendrá un coste total para España de unos 3.525 millones de euros: 3.000 millones por el contrato inicial para la compra de 27 aviones, 300 millones más por el aumento de precio aceptado por los países clientes y 225 millones de euros adicionales en créditos vinculados a la exportación. Pero el proyecto también tendrá sus contrapartidas. La ministra Carme Chacón recordó que el programa permitirá a España multiplicar por cinco su capacidad de transporte militar en 10 años, al sustituir los viejos aviones Hércules a partir de 2016.Además, de los 40.000 nuevos empleos que creará el avión, 7.600 se quedarán en España, un millar de ellos en Sevilla.

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