27 de los 47 aeropuertos mejoran resultado, pero la red pierde 377 millones
La red de aeropuertos públicos nacionales sigue siendo deficitaria, a pesar de la reforma emprendida por Fomento. Su propietaria, la empresa pública AENA, comunicó ayer los resultados de las 47 instalaciones aéreas que controla en todo el territorio nacional. Entre ellas, solo 11 lograron beneficios en 2010. Pese a recortarlas en un 40%, Madrid-Barajas lidera la clasificación con 184 millones de pérdidas operativas, seguido de Barcelona-Prat, con 101 millones. En ambos casos se justifica el dato por las amortizaciones derivadas de las fuertes inversiones realizadas.
AENA destaca, en todo caso, que dos de cada tres aeropuertos mejoraron sus resultados en 2010, "gracias al aumento de los ingresos y la disminución de los costes propiciada por el Plan de Austeridad aplicado durante el pasado ejercicio y las reformas en el sistema de navegación aérea, que han permitido reducir un 65% el déficit de la tarifa de aproximación que cada año sufragaban los distintos aeropuertos".
Los aeródromos de AENA registraron el año pasado unas pérdidas operativas (antes de impuestos) de 376,7 millones, lo que supone una mejora del 20% respecto a 2009. De las 47 instalaciones, 27 mejoraron sus resultados en 2010, y cuatro de ellos -Bilbao, Fuerteventura, Ibiza y Valencia- pasaron de registrar pérdidas en 2009 a beneficios.
Por lo que se refiere a los siete grandes aeródromos de la red, todos, excepto Barcelona y Málaga, mejoraron sus resultados. La evolución se explica "por el incremento de los gastos de explotación y las amortizaciones derivados de la puesta en servicio de las nuevas terminales". En ambos casos, el aumento del tráfico que se está registrando "permite prever una mejora de los resultados en los próximos ejercicios", destacó la empresa pública en un comunicado.
Palma de Mallorca y Alicante incrementaron sus beneficios, en ambos casos rozan los 44 millones, y se mantienen como los dos más rentables. Les siguen Gran Canaria y Tenerife Sur que aumentaron sus beneficios, un 35% y un 27%.
Huesca-Pirineos pierde 1.000 euros por pasajero
La reciente y polémica inauguración del aeropuerto sin vuelos de Castellón, o las ultramodernas y semivacías instalaciones aeroportuarias de Ciudad Real llevan a una conclusión intuitiva: algunas de estas infraestructuras se conciben con criterios mucho más políticos que económicos. Las cuentas de resultados individuales presentadas hoy por AENA, unidas a las cifras de pasajeros disponibles, corroboran esa impresión. Llamativo es el caso del aeródromo de Huesca-Pirineos, que perdió seis millones de euros tanto en 2010 como en 2009, y que en este último ejercicio apenas recibió 6.000 pasajeros. La cuenta es rápida: atender a cada uno le costó a AENA 1.000 euros, un importe que llevaría a pensar en servicios de lo más vip (incluso para los estándares de los esquiadores) para justificarlo.