Los pilotos de Iberia amenazan con hacer huelga legal en Semana Santa
La tensión entre los pilotos e Iberia se dispara. El fondo de la disputa es el desacuerdo en la creación de la low cost para el corto radio. Pero la guerra se desata por la organización del descanso de las tripulaciones. El Sepla ha emprendido acciones administrativas y amenaza con ir al juez y hacer huelga legal en Semana Santa o en mayo, si no se logra un pacto.
Con la discusión del convenio colectivo y la creación de la empresa de bajos costes para el corto radio como temas clave, la ruptura de hecho en las negociaciones entre Iberia y el sindicato de pilotos Sepla el pasado mes de febrero está pasando una cara factura a la compañía aérea.
La operatividad de la empresa se resiente como queda reflejado en el deterioro de los índices de puntualidad durante el último mes y medio. Las relaciones entre el Sepla y la dirección que encabeza Antonio Vázquez son ahora de abierta hostilidad. Las partes saben que el trasfondo de la tensión desatada no es otro que el profundo desencuentro sobre las condiciones para la creación, dentro del escalafón y la estructura de Iberia, de una compañía de bajos costes para el corto y medio radio que se conoce como Ibexpress. Sin embargo, los aspectos circunstanciales sobre los que se han abierto las hostilidades se refieren, en primer lugar, a una diferente interpretación en los tiempos que tienen que transcurrir para la designación de pilotos para cubrir imaginarias e incidencias y, la segunda, sobre los servicios que presta a Iberia la compañía ecuatoriana Ícaro en los vuelos entre Quito y Guayaquil.
Tanto la dirección de Iberia como la del Sepla señalan que todavía es posible un acuerdo con la parte contraria. Pero fuentes del Sepla han advertido a este diario que, si no hay un punto de encuentro con la empresa en los próximos días "iremos a una huelga legal".
Estas fuentes de los pilotos señalaron que ya han recurrido a las autoridades administrativas, en referencia a Aviación Civil, para denunciar los incumplimientos de Iberia en materia de trabajo y descanso de las tripulaciones.
El próximo paso será "acudir a los tribunales" por uso de los vuelos de la ecuatoriana Ícaro, "que vulnera nuestro convenio". Si no hay un pacto inmediato, los pilotos advierten que harán uso de su derecho de huelga y convocarán "paros legales" en Semana Santa o en el mes de mayo.
Fuentes del Sepla dijeron que "en ningún caso aceptaremos que se nos acuse de hacer huelga de celo. Nadie puede negar que hemos buscado un acuerdo, pero si no nos dejan otra salida iremos a una huelga con todas las de la ley".
Desde mediados de febrero los ratios de puntualidad de la aerolínea (según se desprende del cuadro adjunto) han sufrido un gran deterioro y se han situado por debajo de los objetivos del plan director de la empresa.
La tensión entre amplios sectores de los pilotos (sobre todo entre los copilotos que no ven posibilidades de progresión tras nueve años con las plantillas congeladas) se disparó a mediados de febrero cuando las negociaciones del convenio se suspendieron. Inmediatamente se conoció que para temporada alta (que comienza a finales de marzo y termina en octubre) Iberia había decidido ceder a su participada Vueling, y a la regional Air Nostrum una veintena de vuelos con destino en Madrid.
En una asamblea de pilotos a finales de febrero se informó de que Aviación Civil había advertido a Iberia que estaba programando mal las incidencias, y se recomendó a los tripulantes que no colaboraran en la organización de los vuelos, "si Iberia no se atenía a la legalidad". Desde entonces la puntualidad de la aerolínea, uno de los aspectos más sensibles para sus clientes, ha empezado a resentirse de forma alarmante.
Imaginarias e incidencias en conflicto
Los pilotos y fuentes jurídicas que asesoran a Iberia en asuntos laborales han ofrecido versiones diferentes sobre el conflicto que enfrenta a las partes en relación a la organización de los descansos.Según la versión de los pilotos, el Sepla formuló una denuncia ante Aviación Civil porque Iberia les comunicaba su incorporación a un servicio con dos horas de antelación, cuando este no estaba incluido en la programación mensual, y se requerían sus servicios a causa de una incidencia. Mientras que las relaciones entre las partes fueron buenas, "los pilotos colaboramos para que se pudiera hacer toda la programación".Tras la denuncia a Aviación Civil, (según la versión del Sepla) esta advirtió a Iberia que debía comunicar el servicio con 12 o 14 horas de antelación. El colectivo desde entonces se ha negado a incorporarse a un vuelo imprevisto si no es en esas condiciones.Las fuentes legales antes citadas dicen que Aviación Civil no ha apercibido de nada a Iberia y que lo único que ha hecho ha sido aclarar las condiciones de incorporación al servicio en esas circunstancias.
El Sepla denuncia el uso de Ícaro
La utilización de los servicios de la aerolínea ecuatoriana Ícaro para cubrir la ruta de Iberia entre Quito y Guayaquil en el país latinoamericano, es otro de los puntos calientes de la confrontación entre Iberia y sus pilotos. Fuentes del Sepla dijeron que acudirán a los tribunales porque este hecho contraviene lo dispuesto en el convenio colectivo de los pilotos.Las fuentes jurídicas que asesoran a Iberia en asuntos laborales antes citadas dijeron que la versión del Sepla no se ajusta a la verdad. Señalan que los servicios de Ícaro solo se contratan cuando por razones de mal tiempo en el aeropuerto de Quito "los propios pilotos deciden que es mejor no entrar en ese aeropuerto, y se dirigen directamente a la siguiente escala, que es la de Guayaquil". La compañía, en estos casos, recurre desde hace más de seis años a los servicios de Ícaro para transportar al pasaje hasta su destino final en Quito.El Sepla asegura que la falta de contrataciones de pilotos en los últimos nueve años hace que la programación de vuelos de Iberia sea muy superior a la que puede atender con su plantilla.