Más trenes y ecocasas para reducir la factura energética
"Desde el ciudadano que deja el coche en casa para ir al trabajo en transporte público, pasando por el emprendedor que pone en marcha un plan de eficiencia energética en su empresa, hasta las Administraciones que, por supuesto, también deben actuar".
Con esta frase de su discurso de ayer en el Congreso puede resumirse el espíritu de la nueva iniciativa presentada por el ministro de Fomento, José Blanco. El Ejecutivo pretende que ciudadanos y empresas cambien sus hábitos con el fin de ahorrar en la factura energética, pero es consciente de que para lograrlo es necesario realizar inversiones que solo puede impulsar él. Y en ese sentido es en el que se enmarca la iniciativa presentada bajo el grandilocuente título de Plan de ahorro, eficiencia energética y reducción de emisiones en el transporte y la vivienda.
100 medidas
Con su implantación de aquí a 2020 persigue obtener un ahorro bruto en la factura energética de 11.479 millones de euros y evitar la emisión a la atmósfera de 36 millones de toneladas de CO2. Pero ¿qué va a hacer el Gobierno para lograrlo? Según explicó ayer José Blanco, se va actuar en dos frentes, con medidas estructurales y otras 100 iniciativas de carácter operativo.
Entre las primeras, el ministro destacó que es urgente conseguir un mayor grado de intermodalidad en la red de transporte, es decir, que unos modos y otros estén mejor conectados entre sí. De nada servirá tener una de las mejores redes de transporte ferroviario de mercancías (cuando se logre) o de alta velocidad (en un futuro mucho más cercano) si sus estaciones no están bien comunicadas con los puertos, aeropuertos y demás infraestructuras viarias. La finalidad es lograr que si ahora la cuota modal es del 4%, se alcance una tasa cercana al 10% en 2020.
Pero es que además de estos cambios que son estructurales, es decir, tienen vocación de permanencia en el tiempo; Fomento también pretende que la operativa cambie. Solo para Renfe, por ejemplo, espera que sus trenes con el tiempo sean cada vez más eficientes energéticamente, de modo que se produzca una sustitución progresiva de la fuente de consumo energético, pasando del diésel a la electricidad.
Otra de las estrategias a extender es la creación de subestaciones reversibles, que podrán devolver la energía del proceso del frenado de los trenes a la red general. Blanco trató de convencer ayer a los diputados de que todos los esfuerzos que se realicen ahora tendrán recompensa.
"El impulso al ferrocarril en todas sus vertientes nos va a permitir un ahorro energético de 8.600 millones de euros de aquí a 2020", aseguró. Las cuentas salen, básicamente, del volumen de vehículos (cerca de cinco millones cada día) que el Gobierno calcula que dejarán de circular por las principales ciudades del país en este tiempo. En el resto de modos de transporte, marítimo, aéreo y por carretera también están previstas toda clase de iniciativas. Desde la apuesta por las energías renovables, hasta un proceso por el que se prevé ajustar mejor la iluminación de carreteras y edificios públicos a las franjas horarias en cada época del año.
En materia de vivienda (que supone el 17% del consumo energético del país por el 40% del transporte) se quiere evolucionar hacia un modelo de ciudad más eficiente. Además de promover un nuevo planeamiento basado en la ecourbanización, Blanco anunció un mayor esfuerzo por potenciar la rehabilitación y la inminente revisión de las medidas energéticas del Código Técnico de la Edificación.
Cambiar el atasco por el coche compartido
Dijo ayer el ministro que el gran reto es "conseguir movernos igual, calentar nuestras casas igual y producir riqueza igual, consumiendo menos energía". Para lograrlo, lo primero será concienciar a usuarios y empleados de lo necesario que es. Fomento ya estudia la edición de guías de buenas prácticas y la implantación de la certificación energética de las viviendas.Otra de las opciones que emerge con fuerza como ejemplo de práctica responsable con el medio ambiente es la del coche compartido para empleados (carpooling). Una buena opción para ahorrar combustible y algo más al enfrentarse en compañía a los atascos diarios. Otras medidas que prevén implantarse es el uso de vehículos eléctricos en los aeropuertos, la mejora de los aislamientos en cerramientos e instalaciones públicas y la progresiva sustitución de las lámparas convencionales por otras más eficientes.