Un pacto de consenso para impulsar el empleo
El acuerdo en la modificación del sistema público de las pensiones llega en el año en que la reforma laboral tomará forma y contenido
El desempleo sigue siendo la principal preocupación de los españoles (según el CIS, la del 83,9% de ciudadanos). Con 4,7 millones de parados, una cantidad inasumible, este año asistiremos al desarrollo reglamentario de la reforma laboral de septiembre de 2010. Es la respuesta que dio el Ejecutivo a la situación, aunque sin lograr sumar el consenso de los agentes sociales.
A día de hoy ya se ha aprobado el reglamento de expedientes de regulación de empleo, cuya principal novedad radica en que para despedir por "causas objetivas" la empresa deberá acreditar una "situación económica negativa". También se tiene que crear el novedoso fondo de capitalización, que mantendrá durante toda la vida laboral de los trabajadores parte de la indemnización que debería recibir en caso de despido. Pero hay más. El Gobierno ha redoblado esfuerzos este año, impulsando varias iniciativas destinadas a reactivar el mercado laboral y sanear la Seguridad Social. El 2 de febrero se firmó, esta vez junto a patronal y sindicatos, el Acuerdo Social y Económico, que reformará el sistema de pensiones y que sirve de guía a la revisión de la negociación colectiva y de las políticas activas de empleo. Esta última ya está lista. La idea de fondo es sencilla: implicar más a los parados en mejorar sus posibilidades de encontrar empleo y en buscar activamente un puesto de trabajo. Con esa premisa en mente, a cada ciudadano en paro se le confeccionará un itinerario individual, formalizado en el acuerdo personal de empleo (APE). Este marcará los derechos y obligaciones del desempleado, que perderá cualquier beneficio del que gozase si lo incumple. De manera paralela, el Ejecutivo ha introducido medidas urgentes para generar empleo (lo que han bautizado como plan de choque), cuya duración será de un año prorrogable, si así lo deciden los agentes sociales. Las más destacadas: la bonificación de los contratos a tiempo parcial de parados jóvenes y de larga duración y la nueva ayuda de 400 euros, sujeta a actividades de formación. Sustituye a la de 426 euros (Prodi) y cuenta con un presupuesto de 400 millones. Está disponible para los que hayan agotado su subsidio por desempleo y no tengan otras fuentes de ingresos. El Gobierno confía en que todas estas medidas contribuyan a que se pueda empezar a generar empleo en el segundo semestre.
Las nuevas reglas
Medidas restrictivas para lasmodalidades temporales de contratación.Concreción de las causas objetivas de despido.Flexibilización interna a través de modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, movilidad geográfica o inaplicación salarial de los convenios.Impulso del contrato de fomento de la contratación indefinida.Nuevasmedidas para mejorarla intermediación empresarial ylas ETT.Asunción del Fogasa de parte de las indemnizaciones de despidos objetivos.Nace un fondo individual de capitalización del despido.