El concurso de acreedores de Clesa se traslada a Madrid
El Juzgado Mercantil número 2 de Pontevedra ha rechazado tramitar el concurso de acreedores de Clesa y lo envía a los juzgados de Madrid por considerar que es en esta ciudad donde se encuentra el centro de sus intereses principales, como ha advertido el ministerio fiscal, según figura en el auto.
La magistrada Paula Araujo ha explicado que, aunque Nueva Rumasa solicitó el concurso voluntario de Clesa en su centro operativo de Caldas de Reis (Pontevedra), la documentación que acompañaba la solicitud se indicaba que el domicilio social de la empresa láctea se había establecido en la Avenida Cardenal Herrera Oria, donde cuenta con una de las plantas de producción y las oficinas centrales. Recoge, además, que el administrador único de la sociedad, Álvaro Ruiz-Mateos Rivero tiene su domicilio social en Madrid, al igual que el auditor de cuentas de la compañía.
Según detalla en el auto, las reclamaciones que a Clesa le han formulado tanto entidades bancarias como proveedores -incluida la factura eléctrica o la de comunicaciones- aparecen siempre dirigidas a su domicilio social de Madrid. El auto refleja que Clesa solicitó en los Juzgados de lo Mercantil de Madrid la comunicación de preconcurso de acreedores, por "haber iniciado negociaciones para llevar a cabo una propuesta anticipada de convenio".
Argumenta que la única conexión con este juzgado de Pontevedra es la existencia de una fábrica con 160 trabajadores, cuando el grupo tiene otras en el resto de España y un total de más de 800 empleados.
La gestión de Cacaolat
El juzgado mercantil de Barcelona responsable del concurso de acreedores de Cacaolat ha mantenido a la familia Ruiz-Mateos al frente de la gestión de la empresa. Una decisión que difiere de lo ocurrido en los concursos de Dhul y Carcesa, donde sí perdieron la gestión.