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æscaron;ltimas tendencias en masajes

Sensual, nutritivo, relajante o antioxidante

La oferta de spas rurales y urbanos abarca todas las sensaciones.

Tratamiento con cacao
Tratamiento con cacao

La especialización se abre camino en el mercado de los spas. A la hora de elegir un tratamiento el abanico de opciones cubre necesidades tan amplias como la tonificación de los músculos, la hidratación de la piel, la relajación o la experimentación de nuevas experiencias. Entre las materias primas destacan productos de la tierra (como pepitas de uva o cacao), objetos inertes (como piedras, perlas o agua marina) y diferentes tipos de aceites. En los métodos se imponen los orientales, como los masajes tibetanos y tailandeses, así como artes milenarios como la acupuntura.

Para los tratamientos con chocolate se utilizan cosméticos elaborados con los principios activos del cacao; su característico color se añade posteriormente para fortalecer las sensaciones, indican desde el spa del Hotel NH Almenara, en Cádiz, especializado en este tratamiento. Tiene propiedades estimulantes, tonificantes y reafirmante de la piel. Además, un tratamiento continuado en primavera activa la melanina y favorece el bronceado, indican las mismas fuentes.

El hotel The Yeatman de Oporto es el segundo establecimiento en la península ibérica con productos de la compañía francesa Caudalie, después del hotel Marqués de Riscal. La firma gala, especializada en vinoterapia, elabora sus productos a partir de la pepita de la uva y de extractos de vino, que destacan por su carácter antioxidante.

Técnicas tibetanas

Los masajes orientales ganan más adeptos cada día. El tibetano permite a quien lo disfruta hallar la relajación gracias a sus movimientos suaves, lentos y profundos. Simulando los andares de un elefante o el recorrido de las hormigas, el masajista puede trabajar aquellos puntos de tensión con el objetivo de conseguir el bienestar orgánico y devolver la elasticidad y el equilibrio al cuerpo. En el hotel spa La Iruela, ubicado en la Sierra de Cazorla (Jaén), llevan tres años practicando esta técnica.

Las velas es otra tendencia de la que se puede disfrutar, por ejemplo en el Hotel Barceló Monasterio de Boltaña del pirineo oscense. La cera fundida se transforma en un aceite de coco, almendras y karité que se aplica sobre la piel. Para aumentar el efecto antes del aceite se realiza una exfoliación a la pimienta por medio de maniobras envolventes. Se trata de un masaje personalizado que dependerá del estado anímico del paciente; en función de cada estado de ánimo el objetivo del masaje puede ser tonificante, reestructurante, antiestrés o descontracturante.

El gusto por el cuidado del cuerpo ha provocado la aparición de nuevos y sofisticados tratamientos entre los que se encuentran la exfoliación e hidratación a base de perlas, la inhalación de oxígeno para la expulsión de toxinas y la reducción de peso o el masaje hindú craneal, idóneo para aquellos que padecen migrañas o insomnio.

Un lujo necesario y un agujero en las cuentas

Hoy día, un establecimiento hotelero de cinco estrellas debe ofrecer a sus clientes un spa con servicios de vanguardias, explica el director de un hotel que ha abierto recientemente sus puertas, quien opina que este tipo de servicios ha pasado a formar parte del equipamiento de serie en el segmento más alto de la hostelería. En su opinión, la mayor parte de los balnearios de los hoteles de lujo registra pérdidas.Desde un establecimiento puntero de la Costa del Sol confirman que estas actividades son poco rentables, si bien descartan la teoría de que representen un agujero en sus cuentas. "Los gastos que representan la gestión del spa y los ingresos procedentes de los tratamientos y la venta de productos fueron similares en el pasado ejercicio. No obtenemos una cifra considerable de beneficios del spa en comparación con los servicios de alojamiento, celebración de eventos y restauración, pero no estamos registrando pérdidas", afirman fuentes del hotel.Desde la escuela de formación en gestión hotelera Les Roches Marbella, explican que el spa es un segmento de mercado en plena efervescencia y que por ello no existe una formación específica para su gestión, "lo que podría ser una explicación de por qué todavía no se ha rentabilizado". Para evitarlo, los expertos recomiendan mejoras en la comercialización de los tratamientos, en particular.Elena Solera

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